Una vez más, ha quedado demostrado que la Carretera Central es altamente peligrosa, en especial en temporadas de lluvias por la caída de huaicos que obliga a cerrarla. Miles de personas que necesitan trasladarse de Lima a las regiones de Junín, Huancavelica, Huánuco, Pasco y otras más de la selva central sufren la frecuente suspensión en sus viajes.

A ello se suma la gran cantidad de vehículos que transitan por la misma vía, convirtiéndola en una de las más congestionadas.

Los viajes que deben de realizarse en 5 horas, por lo general demandan 7 horas, razón por la cual es necesario que el Gobierno ponga en marcha los proyectos de ampliación de la carretera como también el tan soñado túnel trasandino, el mismo que disminuiría el tiempo de los viajes y brindaría algo más de seguridad.

El reciente accidente registrado la noche del viernes y que causó la muerte de cuatro personas (una roca cayó sobre un bus) es un nuevo llamado de atención para que la Carretera Central se convierta en una moderna autopista que brinde la seguridad del caso, sin dejar de pensar en mejorar las rutas alternas que existen y así realmente funcionen a fin de que los viajes no se suspendan.

Por años, las regiones de la zona centro del país han sufrido en épocas de lluvias, pues no pueden trasladar sus productos y estos se pierden al no llegar a los mercados de la capital del país.

Los proyectos de mejorar la Carretera Central cobran actualidad en estas circunstancias y debe existir voluntad para que se hagan realidad en los próximos años.