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Esta semana, con la interpelación al ministro de Educación, Jaime Saavedra, el Poder Ejecutivo y el Legislativo pueden comenzar a marcar un rumbo más definido de lo que será su relación a lo largo de los cuatro años y medio que tendrán que convivir, pues guste o no, los peruanos, en las ánforas, establecieron que gobierne Pedro Pablo Kuczynski, pero sin una mayoría parlamentaria que otorgaron de forma absoluta a la agrupación fujimorista Fuerza Popular.

Hasta el momento la fiesta ha ido en paz. El gabinete de Fernando Zavala obtuvo la investidura y más tarde le fueron otorgadas las facultades legislativas que reclamaba. Sin embargo, en el caso de Saavedra, la cosa parece ser más complicada y podría marcar un antes y un después, como señalé al inicio, en la relación Gobierno-oposición, especialmente ahora que el Ejecutivo parece estar decidido a inmolarse por un ministro que, como todos sus colegas, es un simple “fusible”.

De lo que no queda duda es de que el ministro Saavedra, por más escuderos mediáticos que tenga y por más campañas a su favor que existan, tiene mucho que responder, como cualquier funcionario público, ante el Congreso. Acá no se trata de decir que quienes lo cuestionan se quieren traer abajo la Ley Universitaria, pues si PPK tanto la defiende, entiendo que lo hace como parte de una política de Estado que muy bien podría ser continuada por cualquier otro ministro de Educación que designe.

Que existen universidades de medio pelo, y que en el Congreso estas tienen legisladores que representan sus intereses, es innegable. Sin embargo, si Saavedra no ha hecho una gestión eficiente y existen irregularidades en la misma, el Congreso que elegimos los peruanos de forma tan democrática como se puso a PPK en Palacio de Gobierno, tiene todo el derecho de actuar, así no les guste a los defensores del único ministro sobreviviente de la gestión de Ollanta Humala y Nadine Heredia.

Los ánimos entre el Ejecutivo y el Legislativo están caldeados, más desde que PPK planteó en su viaje de cuatro días a la cálida Paracas la “cuestión de confianza”. Los fujimoristas dicen que esto no los amilana y que harán lo que tengan que hacer con Saavedra luego de su interpelación de este miércoles. Sin duda estamos ante la primera oportunidad durante esta administración en que la oposición parece ponerse muy fuerte con un gobierno que con sus errores se ha expuesto a quedar muy mal parado.

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