El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski marcará una gran diferencia con las gestiones de varios de sus antecesores si desde este año adopta las medidas necesarias para mitigar los dramáticos efectos de las heladas en las zonas altas del sur del país, donde todos los años mueren decenas de personas a pesar de lo previsible de este evento climático.

Ya se está viendo el trabajo del sector Defensa, que ha puesto al personal de las Fuerzas Armadas y a sus vehículos aéreos y terrestres a llevar ayuda a las zonas que están siendo afectadas por las bajas temperaturas, que suelen agudizarse en los meses de julio y agosto, que es cuando la población ve peligrar su vida, al tiempo que pierde sus animales y campos de cultivo.

Sin embargo, esta labor en favor de los afectados debe ser complementada por el Ministerio de Salud, que en los últimos meses ha mostrado dificultades para hacer un trabajo a la altura de las exigencias. Una muestra es lo visto ante la epidemia de dengue en el norte del país. Esta vez, ante las heladas, el sector debe tener un rol preponderante y muy eficiente.

En su discurso del 28 de julio del año pasado ante el Congreso, con motivo de la inauguración de su mandato, el presidente Kuczynski asumió el compromiso de que en 2021 se habrá dotado a los peruanos de servicios públicos de educación y salud de calidad.

El caso del dengue demostró que no vamos por buen camino, por lo que es de esperarse que ahora, en las zonas andinas del sur del país, los peruanos sientan que se ha corregido el rumbo y que el Estado está de su lado cuando se le necesita para salvar vidas.