La reacción evasiva del presidente Ollanta Humala y de su esposa ante la aparición de las famosas agendas de Nadine Heredia solo puede ser producto de dos cosas: o la llamada “pareja presidencial” tiene un tremendo problema de miopía política que les impide ver el alto precio que están pagando y pagarán más adelante pese a su proclamada inocencia en el tema, o, lo más probable, están embarrados hasta el cuello y no tienen cómo explicar semejantes movimientos de dinero.

Imagino que si a usted, querido lector, le sacan por televisión unas agendas supuestamente suyas con cifras adulteradas a las que se le habrían añadido varios ceros para dejarlo mal parado ante el país y el mundo entero, lo primero que haría sería allanarse a las pericias grafotécnicas, en lugar de estar cambiando de versiones y acusando a políticos y medios de prensa de hacer un complot en su contra por la razón que sea.

Ayer hemos tenido al presidente Humala y a su esposa despotricando contra el programa de televisión que obtuvo las agendas y contra algunos políticos opositores, con la clara intención de victimizarse, lo que genera respuestas y enrarece el ambiente previo al inicio de la campaña electoral del 2016. De paso, han insistido en que el destape periodístico está motivado porque hay gente que teme a una lideresa como la señora Heredia.

Qué fácil sería para todos, incluyendo a los inquilinos de Palacio de Gobierno, si la Primera Dama se allanara a una prueba de escritura. Sin embargo, su miopía política -en el mejor de los casos- o su culpabilidad -en el peor- les impide hacer lo que usted, querido lector, haría de inmediato si no tuviera nada que ocultar y viera que su buen nombre está siendo relacionado con varios millones de dólares, cuyo origen no tiene cómo explicar.

Hoy, las agendas en original quedarán en manos del Ministerio Público, que tendrá que investigar sin temores ni presiones. Sin embargo, la luz saldrá más rápido si la señora Heredia se allana y se somete sin dilaciones a una prueba que, de ser la cosa como ella sostiene, podría demostrar que se ha armado una campaña en su contra. Qué mejor arma contra sus críticos que dejar en claro que las cifras millonarias fueron adulteradas.