Mosul, la tercera ciudad iraquí más importante después de Bagdad y Basora, está a punto de conseguir su liberación total. Desde que apareció el Estado Islámico (EI) en 2014, Mosul, como más de 600 mil habitantes, estuvo en la mira de los terroristas dada su cercanía fronteriza con Siria, el otro país al cual el EI había puesto la puntería. Lo cierto es que los miembros del EI tomaron esta ciudad y desde allí buscaron jaquear al gobierno de Iraq para luego crear las condiciones que les permitiera hacer realidad su máxima aspiración: fundar el califato de la gran liberación, que en la práctica se traduce en su desenfreno para ejercer dominio y acción política, primero en la región del mundo árabe sunita doblegando a los chiitas, y, segundo, para producir un desequilibrio en la misma región y crear el contexto que les permitiera a sus anchas ganar más poder. En dos años y algo más controlaron hasta tres refinerías y vendieron petróleo a sus anchas en el mercado negro asiático. Asimismo, cundieron el pánico publicitando por internet las decapitaciones de los que no eran musulmanes y arremetiendo con atentados, principalmente en Europa. Se pegaron a los denominados lobos solitarios que han cometido ataques terroristas en París y Londres, mayoritariamente, para dar aviso al mundo de su expansión. Nadie puede negar que generan mucho miedo en la sociedad internacional, pero esta no se amilana por lo que la torta ha comenzado a voltearse hasta el punto que luego de Mosul, que como Alepo en Siria, prácticamente está liberada, sería Raqqa su último bastión en sucumbir. Los miembros del EI han demostrado ser mucho más astutos que la propia inteligencia de occidente, porque aún replegados nadie podría asegurar su extinción. Su condición de actores no convencionales que los puso siempre al margen del derecho internacional, porque no saben ni les interesa el respeto de las normas jurídicas internacionales, les ha permitido moverse como pez en el agua, siendo ese el mayor problema para enfrentarlos desde la legalidad internacional.