Mujeres al poder

Tanto hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, y uno de estos que tanto había sido postergado era la participación de las damas en la política peruana, que recién se dio con el voto en 1956. Ellas consiguieron ingresar a un mundillo que era copado por pantalones; pero, lo ocurrido en los últimos años con las autoridades mujeres ha ido menoscabando la percepción de honradez que uno tiene de estas.

No me opongo a la participación de la mujer en la política, es más, necesitamos más de estas y no solo una cuota de género. No obstante, su buena imagen -incluso, el visto bueno de la gente para que el Perú tenga una presidenta-, se está resquebrajando en la percepción de la gente.

Veamos, haré un breve recuento de las mujeres en política más influyentes en esta parte del país. En Tumbes, la alcaldesa provincial Marjorie Jiménez está prófuga por un pedido fiscal de 12 años de cárcel por un presunto delito de corrupción a favor de sus familiares. Es la segunda vez que la burgomaestre huye de la justicia. ¡Y es profesora!

En Piura, la alcaldesa Ruby Rodríguez acaba de mandar al tacho al movimiento “Obras + Obras” que fundara su extinto esposo Pepe Aguilar. No solo ha perdido la reelección, sino que deberá recolectar firmas si quiere volver a tentar puestos públicos, claro, si es que sale bien librada de las denuncias fiscales por presuntos direccionamientos en obras.

Una de yapa, la burgomaestre de Castilla (el distrito más importante de Piura), Violeta Ruesta, también saldrá por la puerta falsa y debe aguantar las acusaciones fiscales por supuestos malos manejos en obras municipales.

En Chiclayo, la alcaldesa Elizabeth Montenegro formó parte del movimiento “Manos Limpias” en los dos periodos ediles de Beto Torres, quien está con prisión preventiva. En el 2012 ella recibió una denuncia por presunta estafa de parte del denominado “El Jefe”, quien la acusó de venderle una camioneta que no estaba a su nombre.

En Trujillo, la actual alcaldesa Gloria Montenegro está pasando las de Caín por haber sido partícipe de presuntos malos manejos en la adjudicación de megaobras. En algunos casos, tras la ausencia del titular César Acuña, ella era quien firmaba los trámites de Alcaldía que hoy están en Fiscalía.

En Chimbote, sobre la electa alcaldesa Victoria Espinoza pesa el pedido de cárcel de 10 años y otros cinco de inhabilitación para el cargo, según la Fiscalía Anticorrupción del Santa, por el presunto delito de colusión en su primera gestión.

En algunos casos, las mujeres están padeciendo el mismo fenómeno de algunos malos hombres que ostentan el poder, por el mismo hecho de que son estos últimos quienes las incluyen en las listas de candidatos y usan su popularidad como trampolín para otros intereses.

En nuestros tiempos, todo aquel que toca el cargo público sale encantado por una enfermedad crónica llamada inmoralidad. Por eso es que gran parte de la población cree que en política todos tienen rabo de paja.

Estimadas, no pierdan su mayor tesoro, la credibilidad, que solo queda escoger entre ustedes y los hombres. Piensen que aún hay mucho trecho por recorrer.