En este mismo espacio, al menos dos veces he escrito sobre la necesidad de sancionar a los choferes y sus matones que andan por las carreteras del país agrediendo a los inspectores de la Superintendencia de Transporte de Personas, Carga y Mercancías (Sutran), que hacen operativos tratando de acabar con la informalidad, que a la larga lo único que hace es ocasionar accidentes que cuestan vidas humanas casi a diario.

Era y es indignante ver a esas turbas bajando de los vehículos intervenidos con palos y piedras para atacar a los inspectores de chaleco rojo, si es que segundos antes han tenido la suerte de no ser atropellados por las unidades infractoras en su afán por escapar. Sin embargo, hoy que se pone en duda la honestidad de algunos de estos servidores y de sus jefes dependientes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), es necesario alzar la voz y exigir explicaciones.

Latina TV ha denunciado el fin de semana que para mostrar “eficiencia”, los inspectores de la Sutran llenaban papeletas al azar con datos de los vehículos que pasaban delante de ellos sin cometer una infracción. Según el reportaje del colega Christopher Acosta, son los propios exservidores de la Sutran que cometían este ilícito los que han salido a admitir esta práctica, que tomaba por sorpresa a los conductores sancionados a través de esta irregular e indignante práctica.

Con la misma energía con que se condenan las salvajes agresiones a los inspectores por las diferentes rutas del país se debe exigir una aplicación sobre este hecho, además de una profunda investigación y las sanciones del caso si se confirma la irregularidad cometida por esta dependencia del MTC, donde se mantienen los mismos funcionarios que ocupaban cargos en los meses en que se habrían colocado las papeletas fantasmas.

Ante esto, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, ha dado a la Sutran 48 horas para que explique lo sucedido. El plazo vence hoy. Es de esperarse que así sea, pues por más que es evidente que falta poner orden en nuestras carreteras y evitar a esos malos conductores que circulan por ahí, no se puede recurrir a este tipo de ilegalidades que no hacen más que desvirtuar el combate a la informalidad y los accidentes de tránsito.

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