Odebrecht

“Lava Jato” empezó en Brasil y tuvo como personaje principal a Marcelo Odebrecht, dueño de una de las empresas de construcción más importantes del mundo. Él ha sido sentenciado a 19 años y 4 meses de prisión, que podrá reducir hasta en un 50% acogiéndose a un acuerdo de delación dando nombres de quienes dieron y recibieron coimas.

Odebrecht ha declarado que entregó coimas en 12 países por $788 millones a través del sistema bancario americano. Por ello fue multado con más de $2000 millones. De esta coima, al Perú llegaron $29 millones durante los gobiernos de Toledo a Humala.

Hay concesiones y obras públicas ganadas por Odebrecht que habrá que revisar. La más complicada es el Gasoducto Sur Peruano, de Cusco a Ilo, por más de $5000 millones. Lo extraño es que esta obra se logre financiar con ese costo, que en parte será pagado por los usuarios eléctricos, que no recibirán nada a cambio; sin gas para inyectar al ducto y sin mercado asegurado en el sur. Además, el contrato tiene una cláusula que estipula que si alguien del consorcio entrega o recibe coimas, el Estado lo resolverá. Odebrecht quiere vender su participación en este contrato. ¿Alguien comprará esta enorme contingencia? ¿Cómo así?

La Fiscalía debe investigar y el Poder Judicial aplicar la ley en el caso Odebrecht. El Ejecutivo debe darle presupuesto para ello y el Legislativo apoyar, sin entrometerse, para que la investigación se dé con transparencia.

La mayoría de nuestros funcionarios públicos son probos y no reciben coimas. A los que delinquen debe aplicárseles la ley inmediatamente y sin distinciones.