¿En qué se parecen el viceministro Cuba y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS)? En que ambos recibieron dinero de Odebrecht, uno aparentemente como una vulgar coima y el otro recibió donativos para hacer premiaciones.

He leído y escuchado a casi todos los periodistas de IPYS y muchos aparentan honestidad y profesionalismo. No digo que sean corruptos, pero algunos de ellos trabajaban como imagen de las obras que la corrupta empresa construía. Su presidente ya perdió su chamba en un importante canal de televisión.

No todos están en el mismo saco, pero los que trabajaban como imagen de la empresa cuando ya se sabía de la corrupción imperante, por un mínimo de decencia ya no deberían escribir ni menos opinar sobre casos de corrupción.

Ahora el exviceministro Cuba ha anunciado el domingo en un programa televisivo que no ha fugado y viene a ponerse a derecho, lo cual es bueno porque debe hablar y denunciar a los demás involucrados en los sobornos de la empresa brasileña.

Pase lo que pase, ya hemos perdido como país. En el exterior nos ven como una nación corrupta, con un expresidente preso y dos a punto de estarlo, con los partidos políticos desacreditados y con una juventud renuente a ingresar a la vida política.

Lo que se viene esta semana es grande. El fiscal de la Nación ya lo ha dicho de manera subliminal y al parecer nadie va a parar este huaico político.

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