Óscar Ugarteche nos ha dado una lección y está cambiando la historia. Su matrimonio celebrado en México con Fidel Aroche y reconocido por una sentencia en el Perú marca un hito en la historia de la defensa de los derechos fundamentales. Su valentía y perseverancia es digna de reconocimiento y desde esta tribuna van mis felicitaciones por este gran paso.

Todos recordamos a Rosa Parks, esa valiente ciudadana estadounidense que el 1 de diciembre de 1955 se negó a ceder el asiento a un blanco y moverse a la parte trasera del autobús. Rosa tenía 42 años. En ese momento los autobuses estaban señalizados con una línea: los blancos adelante y los negros atrás. Cuando el conductor le ordenó ceder su sitio a un joven blanco que acababa de subir, ella se negó. Fue arrestada y encarcelada por resistirse y fue acusada de haber alterado el orden público.

En respuesta a su encarcelamiento, Martin Luther King lideró la protesta contra los autobuses públicos de Montgomery. La población afroamericana se organizó para no tomar los autobuses y esto obligó a las autoridades del transporte a terminar esa práctica de segregación racial.

Fue recién en 1956, en un proceso judicial contra la ley segregacionista de Montgomery y Alabama, que la Corte Suprema de Estados Unidos declaró inconstitucional la segregación en el transporte.

Óscar y Fidel son hoy un ícono en la lucha por la no discriminación y la no segregación por motivos de orientación sexual, y por eso hay que felicitarlos y apoyarlos.