Para esta semana, los grupos que días atrás causaron caos y violencia por su rechazo a la instalación de nuevas casetas de cobro de peaje en la Panamericana Norte, a la altura de Puente Piedra, vienen convocando nuevamente a una “movilización” y es de esperarse que la Policía Nacional esta vez no permita ser rebasada y acorralada por los revoltosos que en su afán por protestar el jueves último cruzaron la línea y se pusieron al margen de la ley.

En muchos aspectos es comprensible el malestar y hasta la indignación de los vecinos de la zona y de los limeños en general por el cobro, pues se da en momentos en que salen a la luz los escándalos de corrupción protagonizados por Odebrecht, accionista de la concesionaria Rutas de Lima, encargada de cobrar el peaje, según contrato firmado en 2013 con la Municipalidad de Lima.

Sin embargo, eso no puede ser justificación para la violencia vista en días pasados y que podría darse nuevamente este jueves 12 de enero. Una cosa es buscar solución a un conflicto entre las partes, y otra muy diferente es incendiar casetas, bloquear pistas, atacar vehículos particulares, amenazar por redes sociales y agredir a efectivos de la Policía Nacional.

Se supone que el sistema de inteligencia de la Policía Nacional ya debe estar trabajando con mucha atención para evitar que la nueva protesta anunciada para este jueves 12 se salga de control. Es de esperarse que quienes prefieren la violencia antes que el diálogo no puedan actuar con impunidad afectando la legalidad y la tranquilidad de los peruanos.

TAGS RELACIONADOS