Existen acontecimientos que marcan profundamente la historia de un país. Hechos que pueden llevarnos a experimentar un orgullo justificado, o una tranquilidad merecida; sin embargo, también están aquellas circunstancias que nos llenan de vergüenza, que nos hacen diferentes de manera indigna y lacerante. Son esas las huellas que más duele cargar. Con la encarcelación de Ollanta Humala, el Perú cuenta con dos expresidentes presos y, aunque los escenarios son distintos por muchos motivos, el trasfondo deshonroso es el mismo.

No está de más echar un vistazo a lo que sucedió con nuestro fútbol en el año 2007, cuando Alberto Fujimori finalmente fue extraditado desde Chile, una suerte de regresión que nos permitirá comprobar que, curiosamente, aquel fue un año nefasto para nosotros en lo que se refiere al deporte rey.

La selección era dirigida por Julio César Uribe. De aquella etapa se recuerda con particular tristeza la participación de Perú en la Copa América de Venezuela. La bicolor había clasificado a cuartos de final como segundo del Grupo A, por debajo del anfitrión y por encima de Uruguay y Bolivia. En cuartos, Argentina nos aplastó por 4-0 con dos goles de Riquelme, uno de Messi y el último de Mascherano. Uribe fue recibido con insultos, pero continuó al frente de la selección algunos días más. Por entonces, Fujimori postulaba al Senado japonés desde Chile, con la esperanza de librarse de la justicia peruana. Finalmente, le dan la selección peruana a “Chemo” Del Solar. Todos conocemos esa historia, Perú quedó último en la carrera hacia Sudáfrica 2010. Es en 2007 también que se produce el tan sonado escándalo de El Golf Los Incas, quizá una de las situaciones más bochornosas del fútbol peruano, fue en noviembre, cuando Fujimori ya estaba en Lima afrontando sus juicios.

Ese año también fue un bochorno para la participación peruana en torneos internacionales. En la Copa Libertadores, Alianza Lima, Cienciano y Cristal fueron los protagonistas de la desdicha. Los celestes se despidieron en la etapa preliminar cayendo ante el América de México con un marcador global de 6-2. Alianza, en el Grupo 2, no sumó un solo punto; mientras que Cienciano se despidió en esa fase quedando tercero en el Grupo 7. En total, nuestros equipos recibieron 28 goles. En la Copa Sudamericana, Bolognesi y Universitario se quedaron en la fase previa, Atlético Nacional desembarcó a los cremas; mientras que Millonarios hizo lo propio con el “Bolo”.

En el campeonato doméstico, la Universidad San Martín alzó el título, Bolognesi quedó segundo y Cienciano tercero. Nuestros llamados equipos grandes fueron un auténtico desastre. Universitario y Alianza se repartieron el quinto y sexto lugar, respectivamente; mientras que Cristal se ubicó en el puesto 10, apenas encima de los descendidos Deportivo Municipal y Total Clean. No está demás catalogar al año 2007 como triste, porque fue en ese año que “Muni” pierde la categoría y se despide de Primera por muchos años.

Es cierto que Humala no es Fujimori, que Uribe y “Chemo” no son Gareca y que las cosas están en permanente cambio, pero el Perú continúa siendo ese país indefinible, incierto y, en cierta manera, condenado a repetir sus taras. Esperemos que el fútbol sea capaz de desmarcarse de esa realidad.