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Dentro de pocos días el Congreso de la República decidirá si le otorga facultades legislativas al gabinete ministerial encabezado por Fernando Zavala. Las medidas que estarán en debate son: la reactivación económica y formalización, la seguridad ciudadana, la lucha contra la corrupción, el servicio de agua y saneamiento y la reorganización de Petroperú. Un plan convincente y serio del Gobierno generaría adhesiones, sin embargo, hay un tema polémico incluido a último minuto en el petitorio. Se trata de la propuesta de reducir el IGV de 18% a 17%. Esta solicitud se ha ganado la desconfianza de la oposición en pleno, desde la bancada de Fuerza Popular hasta la del Frente Amplio. El argumento es que el Estado recaudará menos.

El otro problema se suscitó por las idas y venidas del Gobierno sobre este proyecto. El presidente Pedro Pablo Kuczynski había dicho días antes que la reducción del IGV no se incluiría en el pedido de facultades y al final ocurrió todo lo contrario. Cambiar de libreto es percibido por la oposición como una vacilación ante un tema crucial para la economía del país. Es tarea del Ejecutivo plantear una idea y defenderla con convicción, de lo contrario parecerá que no tiene reflejos y tampoco dirección.

En las otras medidas hay aparentemente un consenso. La lucha contra inseguridad ciudadana y la corrupción, además del acceso de agua potable y saneamiento en todo el país, tiene respaldo de la mayoría. Como dice una frase: “No hay unión más fuerte que la que comienza a partir de las necesidades”. Y se sabe, el Perú tiene muchas urgencias que resolver.

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