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A raíz de la cita entre Pedro Pablo Kuczynski y Alan García -más que un acto protocolar, un gesto político-, ¿creen ustedes que todavía es factible y necesaria una reunión entre el Mandatario y Keiko Fujimori? Es oportuna, aunque algunos piensen que tras el voto de confianza al gabinete ministerial pasó a un segundo plano.

Aunque por ahora Keiko Fujimori anda en la congeladora política, mediante la cual evita el papel de tercera durante la luna de miel entre el Presidente y los pobladores, creo que la lideresa naranja tendría más oportunidades de seguir limpiando su imagen externa si da muestras de que el país (los ciudadanos) es su prioridad, antes que los intereses partidarios.

La cita Kuczynski-García, por ejemplo, aun cuando pueda ser estéril en cuanto a gestión y consejos (dudo que el actual Presidente necesite del aprismo para llevar los hilos del país), es agradable ante el público. Las muestras de querer lo mejor para los peruanos es un acto atrevido e incierto, pero deja una percepción democrática.

Creo que esta nueva jugada del líder de PPK arrincona a Fuerza Popular y presiona a su lideresa a dar más muestras democráticas. Al margen del intercambio de declaraciones con el cardenal Juan Luis Cipriani, por ahora la gente percibe a un Kuczynski dialogante, conciliador, y deja a Keiko Fujimori como la rencorosa, a quien aún no le sanan las heridas de la derrota.

Considero que, si Keiko Fujimori evalúa el papel de Fuerza Popular, la balanza política se está inclinando para el gobernante de turno, y continuará así mientras Kuczynski afiance su plan de gobierno y empiece a cosechar logros. Nadie hasta ahora ha hecho historia y ha acabado los cinco años entre palmas, pero en política nada se puede dejar al azar.

Hasta Ollanta Humala y Alan García tuvieron que juntarse alguna vez en Palacio de Gobierno, no entiendo por qué nadie le sopla a la oreja de Keiko Fujimori que su comportamiento político más se parece a de los noventas, que a un nuevo grupo partidario que quiere consolidar.