Los desesperados intentos del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski por sacar adelante el proyecto del aeropuerto de Chinchero con el consorcio Kuntur Wasi, algo que finalmente abortó el último fin de semana, deben ser explicados muy bien por el Ejecutivo, pues el asunto viene emanando un olor muy fétido que sale de los ministerios de Economía y de Transportes y Comunicaciones bajo el mando de Martín Vizcarra; y llega incluso a Palacio de Gobierno.

En el audio revelado el domingo por el programa Panorama hay una parte en que el titular de Economía, Alfredo Thorne, señala que desde la campaña electoral advirtió al presidente Kuczynski sobre lo lesivo que era para el Perú el contrato con Kuntur Wasi, pues “no tiene capital” y está “hecho a medida de estos señores”. Si era así, ¿por qué Vizcarra y el propio mandatario insistieron hasta el final en hacer Chinchero con este consorcio?

Recordemos al propio Kuczynski con su pizarra defendiendo la adenda para un contrato de por sí nocivo para el país, el cual fue suscrito por el gobierno de Ollanta Humala. ¿Por qué la nueva administración, si tan clara la tenía desde la campaña, según ha dicho el ministro Thorne, no paró todo en seco y denunció las irregularidades generadas por el nacionalismo, las cuales fueron encontradas desde meses antes?

El ministro Thorne se ha quejado por la grabación de su conversación con el muy cuestionado contralor Alarcón. Ha dicho que el diálogo ha sido editado y también ha negado un intento de presión a dicho funcionario para que haga un informe favorable a Chinchero a cambio -aparentemente- de recursos para su institución. Sin embargo, en ese intercambio de palabras queda claro que el Poder Ejecutivo apostó por un contrato que no servía.

Si el gobierno del presidente Kuczynski no aclara bien este asunto, que después este no se queje cuando lo tilden de “lobbista” ni se moleste cuando aparezca en una foto de un almuerzo de su partido político, junto a Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, al lado de los titulares de Kuntur Wasi. El Perú merece una explicación por la insistencia de este gobierno. ¿Por qué tanto interés? ¿Por qué se llegó incluso a poner en juego la cabeza de un vicepresidente? ¿Qué hubo detrás?