PPK y su “mundo paralelo”
PPK y su “mundo paralelo”

Termino de oír el mensaje presidencial de Fiestas Patrias, tras el primer año de gestión gubernamental, y me convenzo más de que el presidente Kuczynski “vive” en su particular “mundo paralelo” al que transitamos el resto de peruanos. Su mensaje fue tibio, lleno de generalidades. Él se ubicó en la escena política nacional no como un actor protagónico, sino como un espectador ajeno y distante. Parecía más un discurso de un flamante presidente y no de uno que ya nos gobernó durante un año. Se quejó de la inveterada costumbre de las autoridades de eludir sus responsabilidades, aludiendo a las desgracias ocurridas en el centro comercial Las Malvinas y en el cerro San Cristóbal que cobraron la vida de inocentes, pero él mismo eludió su propia responsabilidad como gobernante en el pobre desempeño económico del país en lo que va de su gobierno, atribuyéndolo al escándalo “Lava Jato” y al fenómeno El Niño costero.Para “retornar el camino al progreso” perdido y que el Perú se convierta en un “país próspero y justo” no serán suficientes los buenos deseos, sino fundamentalmente gobernar de cara a los principales problemas que aquejan al país, a los cuales se refirió superficialmente.Pero lo más grave ha sido no haber aprovechado la oportunidad de expresar su compromiso más firme de luchar contra la corrupción. El nombramiento como ministra de Fiorella Molinelli -de actuación protagónica en el caso de la adenda de Chinchero- constituye una absurda provocación a la oposición que ejerce el Congreso, en clara contravención de lo que espera y exige el país.