Lima, metrópoli con casi 10 millones de habitantes, es una ciudad que cuenta con más de 20 entidades estatales con competencia en temas de transporte, en donde la perspectiva del ciudadano parece haber sido dejada de lado, con las consecuencias que los limeños sufrimos día a día. Así, la última encuesta de “Lima cómo vamos” nos muestra que el transporte público es el segundo problema principal para los vecinos de Lima y Callao, y que alrededor de un 40% de sus ciudadanos considera que movilizarse a su trabajo o centro de estudios le toma más tiempo que en el año 2015. Esta situación no puede continuar. Por ello, considero indispensable impulsar la creación de una autoridad estatal centralizada con capacidades técnicas y legales para regular el transporte en nuestra capital, a fin de evitar que la dispersión existente nos siga afectando a todos.

El consenso inicial felizmente ya está, pues quienes conocen del tema demandan la gestión integral desde hace mucho tiempo. Asimismo, desde el Ministerio de Transportes han anunciado que presentarán una iniciativa legal sobre este tema en los próximos días. Lo que resta entonces es ponerse a trabajar de manera conjunta para encontrar la mejor fórmula legal posible. Por ello, asumo como compromiso como parlamentario por Lima el darle prioridad a este tema, y confío en que muchas otras autoridades se sumarán a este gran reto.

A cuatro años del Bicentenario, es indispensable que nuestra Lima tenga cambios reales no solo en este sino en muchos otros temas. Sumemos esfuerzos y apuntemos hacia la eficiencia y el orden.