Viene haciéndose costumbre que quienes intentan llegar a la Presidencia del Perú ven a esta zona norte del país como un punto de partida para su campaña. Y no lo hacen por azar, sino con un cálculo político propio de una estrategia válida en estos tiempos en que el voto está disperso, escondido y, en algunos casos, tiene dueño desde hace años.

De esta manera, Keiko Fujimori celebró su cumpleaños en la ciudad del eterno calor, con una bicicleteada que convocó a la masa naranja del norte, desde aquellos que quieren repetir el plato en el Congreso hasta los que pugnan por un número en la lista parlamentaria; además de sus simpatizantes que no son pocos (obtuvo la mayor votación en las últimas elecciones).

Otro que no quiso quedarse atrás es el autoproclamado precandidato nacionalista Daniel Urresti. El exministro del Interior, enterado del fallo que lo incluye en el juicio por el crimen del periodista Hugo Bustíos en la década de los 80s, acudió a la laguna de las Huaringas en Huancabamba (Piura) para hacerse una limpia y arrancar con un buen pie su marcha rumbo al Sillón de Pizarro (antes estuvo en Trujillo).

Alejandro Toledo, quien no cree en la muerte política, también estuvo por Trujillo y su natal Áncash para sacudirse del zarandeo fiscal por la mansión y oficina de lujo de la suegra y el contubernio con el nacionalismo que ahora quiere desconocer cuando el barco tiene la popa hundida.

Pedro Pablo Kuczynski (PPK), quien es el candidato a tumbarse por las preferencias peruanas -según las últimas encuestas- ante una posible segunda vuelta con quien se le ponga en frente, acaba de inaugurar su local de campaña en la Plaza de Armas de Trujillo y comenzó ayer su recorrido por el interior de La Libertad conociendo la problemática local.

Quien no podía estar más tiempo ausente es Alan García. El líder aprista llega mañana a Trujillo, luego de hacer un recorrido por Moro, a 40 minutos de Chimbote. En ambas emblemáticas ciudades para el partido de la estrella -parte del exsólido norte- no solo tomará el juramento de las dirigencias regionales, sino que el expresidente aprovechará su arribo para ofrecer sendos mítines en Nuevo Chimbote, Virú y Trujillo (La Libertad). Luego estaría en Chiclayo.

¿Por qué el norte? Porque después de Lima, la mayor cantidad de electores se concentra en esta parte del país. Trujillo y Piura, en ese orden con escaso margen de diferencia, cuentan con un buen bolsón de personas que pueden sufragar; además que, a diferencia del sur, el rechazo ideológico no se siente (no hay mayorías de derechas o izquierdas). ¡Qué rico norte!