César Acuña Peralta, gobernador regional de La Libertad, acaba de lanzarse oficialmente como candidato a la Presidencia de la República y, salvo una sorpresa de último momento, el cuadro de postulantes al sillón de Pizarro en 2016 está definido.

La pregunta siguiente es: ¿contra qué deben luchar ahora estos aspirantes en pro de hacer viable su objetivo? Primero, contra ellos mismos. Keiko Fujimori, para empezar en el orden que configuran las encuestas, tiene por delante los estigmas de carecer de méritos propios que exhibir y la dantesca corrupción que gestó la dictadura de su padre, hoy preso en la Diroes.

PPK, además de sus propios demonios y los prejuicios colectivos sobre que le va ganando la edad, requiere un discurso que halle asidero en los jóvenes -como aparentemente viene sucediendo-, pero también en el voto adulto, que igual es vinculante.

Alan García -con el riesgo que implica darle consejos, dada su vasta experiencia- tendrá que vencer los pasivos de su primer gobierno (que Daniel Urresti se encarga de mantener en vigencia) y los procesos derivados de la Megacomisión. Juega a su favor el recuerdo de un segundo mandato con muchas cifras en azul.

Y Alejandro Toledo deberá, en primera instancia, derrotar al expresidente “Sano y Sagrado” y, finalmente, encarar las serias acusaciones sobre el caso Ecoteva.

La misión es más complicada para Acuña, Diez Canseco y Lay, pero recordemos que estamos en el Perú, donde todo puede suceder.