Mañana 6 de julio se conmemora el Día del Maestro. Al escribir para rendir homenaje a los profesores peruanos en su día jubilar, vinieron a mi mente recuerdos de mi vida docente llena de vivencias significativas, compartidas con los colegas que he trabajado en diferentes colegios de Lima y provincias. Recuerdo mis primeros años de los 70 en la Gran Unidad Escolar Ignacio Merino de Talara, Piura. Momentos inolvidables en las experiencias conjuntas con las docentes del colegio colindante: La Inmaculada. Tengo presente, entre tantos, al subdirector Felipe Tarmeño, educador experimentado que con su afabilidad nos acompañaba a los jóvenes que recién comenzábamos.

Ya por el año 76 ingresé al colegio León Pinelo, donde alterné con destacados educadores como, por ejemplo, el moré (maestro) Gideon Sela, director israelí, que me dio la confianza para asumir tareas de docente y de tutor. Mientras allí aprendí mucho de la moderna pedagogía y la psicología educativa, desarrollaba al mismo tiempo mis labores en planteles públicos, entre otros, Fe y Alegría de Collique (donde conocí a los maestros Antonio Bach y Jesús Herrero), N° 2053 de Independencia, N° 78 y Miguel Grau de Magdalena.

A finales del año 2000 asumí el cargo de viceministro hasta julio de 2001, cargo que luego desempeñé desde el 2004 hasta el 2011. Pero seguí aprendiendo y alternando con muchísimos maestros, lo cual continúo hasta ahora en que visitó semanalmente colegios. Los veo, como siempre, entusiastas, comprometidos y con deseos de superación. Mañana es una fecha plena de remembranzas, emociones, reflexiones y expectativas de mejoras efectivas- que debieran ser atendidas- para el magisterio nacional. Abrazo y saludo a todos, les deseo un feliz Día del Maestro. Y expreso mi agradecido recuerdo al amauta Ricardo Morales Basadre.