El impacto del Niño en las poblaciones NSE D/E debería llevarnos a pensar en cómo construimos instituciones que les permita a esas poblaciones no solo salir de la pobreza, sino sobre todo, de la exclusión y poder acceder a una mejor calidad de vida.

De acuerdo al INEI, la pobreza es 22%. Eso significa que uno de cada 4 peruanos vive en pobreza. Esto es, vive con menos de S/315 al mes. Siete millones de peruanos no logran satisfacer sus necesidades mínimas. Dentro de la pobreza existen grupos poblacionales que se ven afectados en mayor medida. Así, el 65% de las poblaciones cuya lengua es nativa viven en pobreza; 36% de quienes solo acabaron primera y 42% de quienes se dedican a la agricultura están en pobreza. 

Pero pobreza y exclusión no son sinónimos, porque se puede estar por encima de la línea de la pobreza y estar excluido. Existen serias brechas de desigualdad en el acceso a servicios, a infraestructura, a derechos de propiedad, a la justicia, crédito y a todas las instituciones políticas y económicas. Estas instituciones, que en el Perú son cerradas y excluyentes, lo son más aún dependiendo de las características socioeconómicas de los ciudadanos o del lugar de residencia. Esta exclusión le impide a distintos grupos de personas participar activamente en el desarrollo económico, social y político del país. Quienes construyen sus casas en lugares peligrosos no lo hacen por irresponsables o poco inteligentes, no tienen opción. La desigualdad es una pluralidad de desigualdades distintas, que necesita soluciones específicas (Webb). La exclusión por género, aquella que sufren las mujeres por el hecho de ser mujeres, es bastante marcada en Latinoamérica. Un estudio del Banco Mundial encontró que una mujer quechua en Bolivia tiene 28% menos probabilidades de terminar la secundaria que un hombre blanco. Interseccionalidad de desigualdades. Por ser mujer y por ser indígena. Las mujeres andinas en el Perú, tienen menor acceso a servicios pre y posnatal y a partos institucionalizados. El 78% de niños menores de 35 meses, cuya lengua materna es aimara, sufren de anemia. En el Perú, el 76% de las mujeres que realizan actividades económicas, lo hacen en el sector informal. Del total de población con empleo formal, 61% son hombres y 39% mujeres. La desigualdad tiene consecuencias económicas para un país, ya que limita la participación de grupos en los mercados, su acceso al empleo formal y el desarrollo de capital humano. Por ello, la necesidad de políticas públicas específicas.