El crecimiento poblacional de Arequipa es rápido en los últimos años, y eso ocurre por las oportunidades que ofrecen cada una de sus provincias, por ejemplo, Caravelí y Camaná con: minería, agricultura y pesca; mientras que Caylloma y Castilla con: turismo, ganadería y agroindustria.

Arequipa, como capital de región, concentra más del 75% de la población, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En la actualidad, su población regional supera el millón 300 mil personas, donde el 90.6% vive en la zona urbana y apenas el 9.4% en la rural.

Uno de los problemas que enfrenta la ciudad capital es el alto índice de migración, donde la mayoría llega a instalarse en busca de nuevas oportunidades, tanto en educación y salud como en acceder a los principales servicios, como agua, desagüe y electricidad.

Este fenómeno social se presenta desde hace cinco décadas, ocasionando un crecimiento desordenado de la ciudad, al extremo de que muchos optaron por instalarse en zonas altamente peligrosas, como cauces de quebradas y las faldas del activo volcán Misti.

El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), en un reciente curso para periodistas, recordó que Arequipa es considerada la cuarta ciudad con mayor riesgo volcánico a nivel mundial, alerta que no debe ser tomada en broma.

Estas zonas peligrosas se ubican a poca distancia del Misti, y ante cualquier erupción, serían seis los distritos directamente afectados.

Pese a las campañas de concientización para evitar nuevas ocupaciones urbanas, esta situación se sigue dando y nadie trabaja con seriedad para controlar esta expansión urbanística.

Cada día los arequipeños viven con el enemigo y en cualquier momento despertará.