Razón tiene la gente al decir que el Congreso no ha donado nada a los damnificados. La verdad, es que si ha entregado ayuda humanitaria lo ha hecho con el dinero de los peruanos y no de quienes integran ese poder del Estado. Habrá que agradecerle al Perú y no a los parlamentarios por los enseres de primera necesidad que hayan llegado a buenas manos.

Podemos recordar que lo mejor que pueden hacer los congresistas es fiscalizar la labor del gobierno de turno, exigir a los alcaldes y gobernadores regionales que cumplan con su trabajo a favor de los más necesitados, así como vigilar la forma de entregar los donativos. No le pidan víveres, pues.

Puede ser que a los damnificados les cueste ser conscientes a la hora de recibir un atún, un tarro de leche o un kilo de arroz para darle de comer a sus familiares. Lo necesitan de donde venga. Es difícil resistirse a estirar la mano en tiempos de escasez. Tampoco hay que ser más papistas que el papa. A veces el orgullo se va al tacho cuando el estómago suena.

Sin embargo, sepamos que si le llega ayuda de un alcalde, gobernador o autoridad local no es que haya reventado el chanchito, sino que es su trabajo salvaguardar la vida de sus pobladores. Por favor, no engañen a la gente adueñándose de la ayuda humanitaria que proviene (gratis) de cada Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER).

Es más, lo que debe exigir la gente, la sociedad civil, así como los medios de comunicación, es que las autoridades sean más proactivas con el apoyo a los afectados por El Niño Costero, que sean más ingeniosas para que la ayuda llegue a todos y que no paren hasta que este fenómeno natural nos haya dejado.

De los congresistas no queremos que se ensucien los zapatos para creerles que trabajan, ni que salgan a repartir víveres. Señores, sobran manos para eso. Se requiere que los legisladores sepan canalizar la ayuda para los sectores más afectados, que exijan al gobierno no retirar a sus ministros de las regiones, que no nos dejen a ejecutivos de segundo nivel. Solo así estarán ayudando.

PD: Alerta: Odebrecht ya no colabora con la Fiscalía porque sus empresas no pueden trabajar en el país y el fujimorismo promueve de contrabando un proyecto de ley para controlar quien entra o sale de los medios de comunicación.