El deporte peruano está de fiesta. Por un lado, la selección de fútbol Sub 15 campeonó en el Sudamericano Sub 15 y clasificó a los Juegos Olímpicos de la Juventud 2014, evidenciando que no todo está perdido para nuestro balompié. Y, por otro lado, los Juegos Bolivarianos llegaron a su fin y Perú demostró ser mucho más que el anfitrión del evento, al quedar en cuarto puesto. El talento deportivo peruano se lució ganando 226 medallas (61 de oro, 61 de plata y 104 de bronce); y, por supuesto, la selección de vóley cosechó otro triunfo al llevarse el oro.

Además, Lima ha sido escogida como la sede de los Juegos Panamericanos 2019, una noticia que nos ha llenado de orgullo y satisfacción. Es un logro, pues los Panamericanos son el certamen deportivo más importante después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol. Esto quiere decir que en el 2019 los ojos del mundo estarán sobre nuestra capital.

Es sumamente alentador que en el Perú se desarrollen este tipo de actividades deportivas, sobre todo tomando en cuenta que el deporte atraviesa por una etapa difícil y necesita del apoyo del Gobierno.

Nos toca ser conscientes de lo que está pasando con el deporte nacional y tomar parte para revertir la situación. No podemos esperar que los atletas lo hagan todo solos; no podemos pedirles tanto si no les damos el soporte que necesitan.

Así pues, el Gobierno ha anunciado que invertirá 70 millones de soles del presupuesto nacional del 2014 en contratar a cuatro mil profesores de educación física, de manera que se fortalezca la práctica deportiva en el país. No cabe duda de que este es un gran paso, que seguramente con el tiempo se traducirá en triunfos y copas.