Es una triste realidad comprobar que no importa la edad ni la formación académica de los políticos peruanos para saber que todos mienten, que caen en la promesa fácil con la finalidad de conseguir los votos para llegar al poder; pero mucho más triste es saberse burlado con las promesas que tienen que ver con el apoyo a las propuestas culturales, porque no es habitual que nuestros políticos hablen de esos temas.

El 29 de noviembre de 2014, la entonces candidata Yamila Osorio lanzó en su cuenta de campaña en Facebook una promesa que llenó de entusiasmo a muchos arequipeños; dijo: “Mi gobierno devolverá el apoyo económico a la FIL de Arequipa para hacerla más grande año tras año. ¡Mi compromiso es con la cultura!”.

Nueve meses después, la elegida gobernadora incumplió su promesa sin el menor rubor, pues al enterarme de que el Gobierno Regional había recortado drásticamente el presupuesto a la FIL Arequipa, y que por esa razón era muy probable que la Feria del Libro no se realice, escribí un tuit a la gobernadora preguntándole si eso era cierto y ella respondió casi de inmediato: “Hemos destinado 20 mil soles. Este año se ha priorizado el apoyo al encuentro de ciudades patrimonio”.

Es decir, solo dará la quinta parte de lo que prometió, y si bien es importante apoyar el encuentro de Ciudades Patrimonio, que se realizará en nuestra ciudad, quitarle el apoyo a la FIL es como desvestir a un santo para vestir a otro.

¿Es esa su política de apoyo a la cultura?

Queda claro que “su compromiso con la cultura” fue solo una promesa electoral.