La huelga de docentes, que aún no logra ser solucionada ni con la cuestionada intervención directa del presidente Pedro Pablo Kuczynski, lamentablemente está dejando un pésimo precedente, que ojalá más adelante no termine por reventarle en la cara al Gobierno y al país, pues con lo visto en los últimos días, varios grupos radicales y violentistas con diferentes intereses se deben estar frotando las manos al ver con qué facilidad se pone al Poder Ejecutivo contra las cuerdas.

Hoy son los docentes y hasta hace unos días los médicos, pero habría que ver qué pasará cuando otros gremios también decidan hacer huelgas y movilizaciones. No olvidemos que por esta época, alejada de las elecciones, los llamados “frentes regionales” andan tranquilos y sin hacer mucho ruido. Dudo que se mantengan así en dos o tres años, cuando sus respectivos caudillos salgan a hacerse notar con clara intención electorera.

Y ni qué decir si se decide llevar a cabo un proyecto minero o de otro tipo, de esos que tanto necesita el Perú para crecer, y se generan reacciones como las que vimos ante Conga y Tía María en tiempos del humalismo. ¿Cómo reaccionará el Gobierno? ¿Alguien asumiría el liderazgo para hacer frente a la violencia y a las ilegales trabas a las inversiones debidamente autorizadas y supervisadas por el Estado?

Lamentablemente, la huelga de docentes, con sus idas y venidas, con amenazas de despidos que no se cumplen, con violentistas tomando aeropuertos que no son sancionados, con anuncios de reinicio de clases en Palacio de Gobierno que no son tales, y con denuncias de gente vinculada al terrorismo infiltrada en las aulas, está abriendo los ojos a quienes en algún momento quisieran salir a la luz pública con protestas ilegales y hasta violentas. Saben que poco o nada les pasará.

El Gobierno no puede seguir dando la sensación de que acá no hay un rumbo definido y de que en el Perú todos hacen lo que les da la gana y nada les ocurre. En el caso de la huelga de docentes, en que se ha visto a muchos de ellos cometiendo flagrantes delitos, ¿cuántos han sido detenidos? ¿Esos violentistas volverán en un tiempo más a dictar clases? Parece que nadie se da cuenta de que con esta actitud se está alentando la impunidad y también futuras protestas al margen de la ley.