La semana pasada nos preguntamos, en estas mismas páginas, si el ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos, era cómplice o estaba secuestrado por los generales humalistas que controlan el Ejército. El caso más grave es el del actual comandante general del Ejército, general Luis Ramos Hume. Según el informe de la Comisión que presidió Enrique Bernales, Ramos Hume es quien lidera el grupo de altos oficiales puestos por Ollanta Humala de manera irregular; desplazando a otros generales que, por el cuadro de méritos, no llegaron a los puestos clave que les tocaba por, sencillamente, no ser dóciles con Humala.

Gisú Guerra, reportera de PrimerPlano, fue a hacerle estas preguntas a Nieto. La verdad, no esperábamos mucho; quizá, la típica mecida a la que nos tienen acostumbrados ciertos funcionarios, pero jamás pensamos que Nieto nos iba a mentir así en nuestra cara pelada.

Después de querer atarantar a la periodista con el viejo truco de “parece que usted no ha leído ese informe”, Nieto fue más allá: “Ramos Hume no es mencionado en ninguna página de ese informe”. Nieto nos mintió. Ramos Hume es mencionado hasta en siete páginas del informe Bernales.

Todas las alusiones al general tienen el mismo tono que se reseña, por ejemplo, en la página 72 del informe: “El gobierno de Ollanta Humala Tasso concibió una estrategia de manipulación política del Ejército para asegurar su sometimiento. Para alcanzar los fines previstos, dicho gobierno adecuó dispositivos legales o vulneró los existentes, a fin de favorecer a su entorno familiar, amical, compañeros del arma de Artillería y de promoción”.