¡Viva el Perú!

Quien gane estas elecciones tendrá como primera tarea reconciliar al país y, parece mentira, la impresión que teníamos era la de un país reconciliado, lo cual, según se ha visto, no es así. No comprendo el porqué de esta batalla campal que ha sido la segunda vuelta electoral. Estoy segura de que nadie se imaginó siquiera esta guerra sucia y también siento que, cuando menos, los candidatos no soñaron siquiera llegar a ella. Claro, quizá hubo asesores que, a mi juicio equivocados, incitaron al pleito, al insulto y la mentira. Como fuera, ya acabó.

Escribo estas líneas sin saber el resultado. Con todo el país votando. Votando por estos cinco años que parecerían ser de un futuro incierto y que, en realidad, estoy segura, serán de paz y crecimiento. Los planes de gobierno de ambos candidatos son casi los mismos; sus promesas de campaña pasan por ayudar a los más pobres; hacer infraestructura mayor para mejorar la vida de las personas y tratar de que muchos salgan de la pobreza. La democracia también será cuidada por ambos. En el caso de PPK, le viene naturalmente y siento que Keiko tendrá tanta vigilancia ciudadana que, si alguno de su entorno quiere hacer algo que viole la democracia, será seriamente reprimido.

Hoy estaremos mejor que ayer. Creo que el gobierno que se va ha sido muy pobre en gestión y muy corrupto. Reconozco las cosas buenas: económicamente se ha mantenido, aunque con un crecimiento menor al previsto, y en educación ha habido un salto cuantitativo importante. El resto ya es historia.

¡Viva el Perú!