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Una denuncia periodística reveló que el congresista Amado Romero es dueño de concesiones mineras que están superpuesta a una concesión forestal de castañas.

Nuevamente, esto se ubica en Madre de Dios, lugar en donde el legislador conocido popularmente como el "come-oro" ha inscrito la misma área de concesión de castañas como una fuente para la minería.

La investigación, realzada por Útero y La República, señala que más allá de la inscripción del mimos lugar para actividades indiferentes e incompatibles según los expertos, lo que más preocupa es que los especialistas de Osinfor, Organismo Supervisor de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre, se ha encontrado indicios de minería ilegal en dicho terreno.

Con un informe detallado y fotografías, quienes llegaron a la zona registraron destrucción de áreas en donde anidan aves, así como daños en lagunas por esta actividad ilegal.

También se encontró abandonado una construcción usada con este fin, muy cerca a las zonas dañadas. Cabe señalar que estos expertos habían ido al lugar para hacer un registro de los árboles de castañas sembrados según la concesión, encontrado apenas dos en el lugar antes citado.

Romero se defendió ante estos medios de comunicación señalando que el registro doble de actividad en una misma zona "no es un delito" y que la minería encontrada era por invasión del terreno.

"No, no yo no he hecho (minería) porque todavía no lo tenemos (los documentos técnicos). Si hay una zona donde no hay castañas es otra cosa, porque las castañas no están sembradas en toda la concesión. Hay partes donde no hay y de repente si dan ahí la autorización. Puede haber (minería) cuando tenga todos los términos de ley. Puede haber. Yo no he hecho en ningún momento minería ilegal", explicó.

DE MAL EN PEOR

Cabe señalar que, como explica Rolando Navarro, Presidente de Osinfor, esta no es la primera vez que se ve algo así ya que no hay regulación entre el  y el Ministerio de Energía y Minas cuando se da las autorización para las concesiones. De esta forma, una persona puede registrar un grupo de hectáreas como lugares para realizar actividades totalmente incompatibles con toda normalidad.

Además, aunque sea invasión de mineros informales lo que observó la institución, el congresista es el único responsable ya que a su nombre se encuentra la concesión.