Telmo Hurtado, el último extraditado desde EE.UU.
Telmo Hurtado, el último extraditado desde EE.UU.

Sobre el expresidente  pesa un pedido de extradición que viene siendo estudiado por las autoridades judiciales de Estados Unidos. En ese sentido, conviene revisar el caso del mayor EP (r) , uno de los pocos antecedentes que existen sobre este tipo de procesos desde el gigante norteamericano.

ORIGEN. La mañana del 14 de agosto de 1985, a dos semanas de haber empezado el primer gobierno de Alan García, 25 soldados -bajo la orden del entonces subteniente Hurtado y el teniente del Ejército Juan Rivera Rondón- llegaron a Llocllapampa, en Accomarca, Ayacucho, y reunieron a los pobladores en la plaza de la localidad. Allí separaron a las 69 personas, entre hombres, mujeres y niños; violaron a las mujeres y dirigieron a los pobladores a tres viviendas, donde los ametrallaron, bombardearon y les prendieron fuego. Posteriormente, asesinaron a ocho personas que habían sido testigos. Los soldados aseguraron que los comuneros colaboraban o formaban parte de las huestes terroristas de Sendero Luminoso.

La Corte Suprema abrió un proceso a los militares implicados y lo derivó a la justicia militar, que siguió el caso desde 1986 hasta 1993. Las críticas surgieron luego de que Hurtado fuera condenado a seis años de pena privativa de libertad por abuso de autoridad, mas esta sentencia nunca se cumplió.

En 1995, Hurtado se amparó en la Ley de Amnistía y su condena fue anulada. Cuatro años después, fue ubicado en el cuartel El Milagro de Bagua, como comandante en ejercicio. Hecha pública la denuncia, el Ejército pidió su baja en 1999. Al año siguiente, viajó a Estados Unidos.

EXTRADICIÓN. Un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2002 permitió reabrir el caso, pero recién cinco años después el exmilitar fue detenido en su residencia de Miami.

Con el fin de evitar un proceso judicial en el Perú, la defensa legal de Hurtado presentó una hábeas corpus ante las autoridades judiciales de Florida, lo que prolongó el proceso de extradición.

“Hurtado ha peleado con uñas y dientes. Esa es una de las razones por las cuales la extradición duró tanto, pues activó todos los mecanismos de defensa habidos y por haber contra la posibilidad de que el Estado de Florida declare fundado el pedido. Nosotros habíamos contemplado que, en el peor de los casos, esto duraría alrededor de dos años, pero finalmente duró cuatro años, desde que se inició el pedido por parte de la justicia peruana”, sostiene Carlos Rivera, director del Instituto de Defensa Legal (IDL).

JUICIO. Hurtado llegó a Perú la noche del 14 de julio del 2011, escoltado por un equipo de Interpol Perú. Llevaba jean y una camisa a cuadros. De acuerdo con Rivera, el proceso se volvió complejo por “la falta de disposición del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial para determinar que este caso sea visto por un tribunal dedicado en exclusivo”.

Finalmente, en setiembre del 2016, la Sala Penal Nacional sentenció a Telmo Hurtado a 23 años de prisión efectiva.

SÍMIL. Tomando como base el caso Hurtado, Rivera afirma que a la justicia peruana aún le espera un largo proceso para extraditar al expresidente Alejandro Toledo. El parecido con el caso de Hurtado yace en la calidad de los elementos de pruebas con que se cuentan, y los cuales vinculan al líder de Perú Posible con los actos de corrupción cometidos junto a la empresa Odebrecht. Sin embargo, el letrado advierte que la defensa de Toledo podría argumentar persecución política.

Testimonio clave

De acuerdo con Carlos Rivera, director del IDL, la llegada de Telmo Hurtado en el 2011 permitió que su testimonio en contra de sus superiores fuera una pieza esencial para dictaminar responsabilidades. Asegura que el exmilitar tomó una decisión personal muy importante al enfrentarse ante quienes habían sido sus superiores y explicar “cómo se orquestaron las decisiones en la Segunda División de Infantería del Ejército días previos a la matanza”.

CIFRAS

9 de abril del 2012, el exmilitar dijo que actuó por órdenes de superiores.

23 años de cárcel fue la condena de Hurtado por el caso Accomarca.