Cuidado con el Síndrome de Agotamiento Laboral
Cuidado con el Síndrome de Agotamiento Laboral

En los años 80, el término  se relacionó con el estilo de vida de los jóvenes universitarios. No obstante, en la actualidad, a partir de los 14 años, los escolares padecen de esta enfermedad debido a la alta exigencia impuesta por los padres para que se cumplan las expectativas requeridas, tales como alcanzar los primeros puestos o lograr notas sobresalientes. 

Dicha condición de alta tensión genera en los menores una acumulación de síntomas como tensión, irritabilidad, dependencia, etc. Delia Molinari, docente EPU del curso Programación Neurolingüística de la Universidad de San Martín de Porres, indica que al no liberar ese acopio de sentimientos, estos se agudizan más adelante en las oficinas de trabajo, originando el llamado Síndrome de Agotamiento Laboral (SAP) o también denominado Síndrome de Burnout.

DIFERENCIAS. En primer lugar, es importante diferenciar el SAP del estrés laboral. Cuando una persona enfrenta una situación que requiere cumplir un reto nuevo, la respuesta de adaptación a esa exigencia es el estrés laboral. En cambio, el SAP es la acumulación de las situaciones que no se han podido resolver. Por esta razón es catalogada como una enfermedad crónica y mucho más complicada que otras de su tipo. 

Además, se presenta de igual manera en hombres y mujeres. No obstante, la forma de afrontarla es el único punto de inflexión. Las mujeres, por ejemplo, permiten expresar sus quejas. Los hombres, en cambio, lo demuestran con su actitud, siendo cortantes o demandantes con los demás. 

TRABAJO EN CONJUNTO. La especialista indica que una de las principales características del Síndrome de Burnout es el cambio en el estado de ánimo que desarrolla irritabilidad, llanto espontáneo, agotamiento mental, cansancio, aburrimiento, fatiga y poca motivación por el trabajo. Al ser varios factores, la intervención del profesional se tiene que dividir. El psicólogo se encargará de proporcionar las estrategias que ayuden a superar la parte emocional y el psiquiatra debe recetar la medicación adecuada, además de diversos tratamientos que ayuden a mejorar la condición del paciente. La psicóloga recomienda anticipar las situaciones de tensión para poder organizar con tiempo algunas tareas por cumplir. 

También es necesario un cambio en el estilo de vida, incentivando una buena alimentación, dormir a las horas programadas, poner énfasis en las relaciones personales y, en el trabajo, efectuar pausas activas. Ante este panorama, el centro laboral debe encargarse de prevenir el desarrollo de estos casos. Es responsabilidad de la alta gerencia proporcionar un espacio donde el trabajador pueda procesar toda su carga para no llegar a un punto en donde se “queme al colaborador”.

PREVENCIÓN. Actualmente, un gran sector de la población mundial debe lidiar con este síndrome. Por ello, es importante identificar los primeros indicios y evitar las drogas y otras adicciones que se generan por no afrontar el SAP a tiempo.

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