Asesinato de menor en Puno.
Asesinato de menor en Puno.

El general PNP Pedro Ortiz, jefe de la región policial de Puno, en rueda de prensa, informó que las pericias que realizaron confirman que la madrastra, Erika Yenifer Condori Alarcón (27), realizaba constantes maltratos físicos contra el menor de 5 años que asesinó.

“Las lesiones que presenta el menor son antiguas y recientes, las quemaduras que presenta no son de ahora, es decir, este menor constantemente venía sufriendo maltratos físicos por parte de esta madrastra”, refirió.

El oficial manifestó que, al realizar las diligencias, en la habitación y en el baño del inmueble encontraron gran cantidad de manchas de sangre. La prueba de luminol realizada a la detenida dio positivo, pues hallaron rastros de sangre en sus extremidades superiores, cuyo resultado demuestra que ella es la presunta autora.

LOS HECHOS

El jefe policial recordó que tras una comunicación telefónica del hospital EsSalud de Puno, se iniciaron con una serie de diligencias. Los galenos dijeron que un menor en estado agonizante fue abandonado en el nosocomio por una mujer.

El infante, según los médicos, presentaba ausencia de seis dientes, no tenía uñas de los dedos de la mano, quemaduras en la zona anterior y posterior de ambas plantas de pies y otras lesiones recientes y antiguas. Estas heridas habrían sido causadas con objetos contundentes como correa, cable, alicate y quemaduras ocasionadas por agua hervida y plancha.

Tras estas evidencias, los policías iniciaron el operativo de búsqueda y ubicaron a la mujer en una vivienda del barrio Chejoña de Puno. Ella fue conducida a la dependencia policial para las diligencias.

En el interior de la habitación del niño, se advierte cama con colcha húmeda, por lo que se supone que la presunta autora golpeó con objeto contundente porque el menor se orinó en la cama.

AMPLÍAN INVESTIGACIÓN

El general Ortiz sostuvo que las investigaciones se están ampliando a otras personas como el padre del menor, Yoel Bustincio Inofuente, pues creen que sabían de los maltratos. El progenitor constantemente viajaba a la mina a trabajar, dejando al cuidado de su conviviente a su hijo. La madre biológica del infante falleció hace dos años, aproximadamente.

La docente de inicial del barrio Chejoña narró que se percató de sus heridas en la mano casi al inicio de labores, pero el menor habría señalado que se quemó con sopa caliente.

Los familiares, docentes y padres de familia se mostraron consternados con este hecho y pidieron cadena perpetua para la presunta autora.

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