Pese a los esfuerzos del Ministerio de Educación para dar una buena bienvenida a los escolares de Lima, el primer día de clases no fue tan feliz para miles de estudiantes, debido a que sus colegios lucieron serias carencias que sembraron más dudas que certezas entre los padres de familia que fueron con sus hijos a la escuela.
ABANDONADO. Mientras muchos estudiantes recibían clase cómodamente instalados en las aulas, otro numeroso grupo lo hacía entre las cuatro paredes de uno de los ocho módulos prefabricados con que cuenta el centro educativo Santa Teresa de Villa, en Chorrillos, donde soportan un intenso calor debido al material de la infraestructura.
“Tenemos un pabellón declarado como inhabitable por Defensa Civil, que incluso ha considerado al colegio como de alto riesgo. Hasta la fecha, ninguna autoridad se ha acercado para solucionar esta situación”, comenta con tristeza una docente del colegio Santa Teresa de Villa, que tiene 70 años de fundado.
Durante una transmisión en vivo para un canal de televisión, funcionarios de la UGEL y el Ministerio de Educación debatieron con las autoridades municipales y padres de familia, quienes reclamaban y denunciaban el mal estado en el que se encuentran los colegios de este distrito.
“Por la noche entra gente de mal vivir y en el día los pandilleros se pelean con piedras que encuentran en el desmonte”, dijo una madre de familia que tiene a sus dos menores hijos en el colegio 6070 Andrés Avelino Cáceres, que en noviembre de 2016 sufrió el colapso de una parte del cerco perimétrico sin que haya sido reparado hasta la fecha.
En Puente Piedra la situación es peor, pues los alumnos del colegio Leoncio Prado de Zapallal no han podido iniciar las clases, debido a que la infraestructura no es adecuada para ellos. En Carabayllo, los padres y alumnos de la I.E. Raúl Porras Barrenechea se quejaron por la falta de aulas para estudiar.