Viajar en el tiempo es posible a través de una canción. Gracias a la tecnología, se puede reproducir infinitas veces un concierto, un álbum o una melodía; sin embargo, nada se compara con la sensación de estar frente a un escenario, escuchar de primera mano la voz del vocalista y quedar boquiabierto con la destreza de los músicos que, en conjunto, entregan una experiencia inolvidable.
En la historia del rock musical, la década de 1960 vio nacer grupos como Led Zeppelin y Pink Floyd, que marcaron un antes y después en la apreciación y en la forma de interpretar este género a nivel mundial. No obstante, diversos factores como la muerte o las separaciones de sus integrantes no les permitieron continuar con el legado. Sin embargo, su música sigue vigente y sus seguidores replican sus éxitos en merecidos tributos a estas importantes agrupaciones del rock.
El reencuentro de los integrantes de Pink Floyd en el 2005, luego de 11 años desde su desintegración, fue lo que impulsó a que sus fanáticos decidieran rendir un homenaje a dicha banda. Para José Tudela -manager de Big Pink-, The Beatles, The Rolling Stones, Pink Floyd y Led Zeppelin son las 4 bandas de rock británico más importantes. “En la época en la que nosotros salimos, no había otra banda que hiciera un homenaje a Pink Floyd”, asegura. Desde entonces, cambios y mejoras se han dado hasta la conformación de sus 8 integrantes. “En cada presentación, buscamos una temática de acuerdo con la extensa discografía que tiene Pink Floyd. Ensayamos 2 a 3 semanas anticipadas por cada show; con la llegada de Roger Waters a Lima, en noviembre, la demanda del público ha crecido”, expresó Tudela.
“Al inicio, éramos cuatro (integrantes) que siempre hemos sido fanáticos de Led Zeppelin, porque su música influenció en nuestras carreras como músicos. Todo nació con la idea de hacer un homenaje, pero cuando lo tomamos más en serio, buscamos un tecladista”, cuenta Alonso Pérez, vocalista de la banda tributo Mothership. También lo conforman Pepe Wherrems en la batería; Luis Baracco, guitarra; Eduardo Samamé, bajo; y Joni Chiappe, teclado. “Nos hemos esforzado en los detalles para hacer un buen homenaje.
Led Zeppelin es el emblema del hard rock en el mundo; esto era, personalmente, un reto porque no pensé que podía cantar. Es todo un aprendizaje. Sacar un cover y que suene como Led Zeppelin fue difícil, además de la interpretación. Lograr todo esto lo hemos ganado con el tiempo. Cuando vimos la respuesta de la gente, supimos que estábamos en buen camino”, recuerda Pérez.