Con más de 41 años de experiencia artística, Bruno Odar se ha convertido en uno de los actores más reconocidos en Perú. Ahora, se sube a un escenario a interpretar a 14 personajes femeninos creados William Shakespeare en ‘La Materia de los Sueños’, escrito por Julio Pincheira. Este unipersonal aborda, con una mezcla de ironía y tragedia, la condición de la mujer en los últimos 400 años.
La obra, dirigida por el mismo Bruno Odar, se presentará el 28 y 29 de mayo en el Nuevo Teatro Julieta. Las entradas pueden conseguirlas en Joinnus.
¿Qué quieres transmitirle al público con este unipersonal?
Que nos hagamos preguntas. El unipersonal es bastante directo, es una de las cosas que más me encantan de esta obra que habla del cuerpo de un actor shakesperiano. En la época de William Shakespeare, las mujeres estaban prohibidas de actuar y los hombres tenían que asumir los personajes femeninos. En la noche de la representación aparece una especie de energía que es el encargado de plasmar en los cuerpos de los actores, el destino trágico de los personajes escritos por Shakespeare. Se cuestiona la condición de la mujer en la actualidad y del por qué se les dio ese destino trágico, y sigue en la actualidad después de 400 años. Además, de cuestionarnos lo que estamos haciendo para mantener este sistema de sumisión, no solo hacia la mujer, sino a nosotros mismos.
Interpretas a 14 personajes en escena, ¿qué tan complicado fue pasar de un personaje a otro?
Estoy encantado porque los actores la pasamos muy bien y nos llena de mucho goce poder interpretar personajes, pasar de piel en piel. Para mí ha sido un reto porque he tenido que hacer 14 personajes, que son fragmentos, no es todo el personaje. Me encanta la escritura de Julio Pincheira y sobre todo el contexto que hay detrás. Estoy viendo con otros ojos la obra. El teatro nunca acaba, es un trabajo que se llega a hacer cada vez mejor. Se retoma y va a acompañado a lo que está pasando contigo en el transcurso de la vida.
¿El teatro siempre tiene que ser una propuesta de reflexión?
Los artistas somos seres humanos que no sabemos exactamente muchas cosas. Como dice la obra, estamos llenos de creencias alquiladas o ajenas, y eso hace que tengamos un sentido en la vida. Lo que hace el teatro es lo más parecido a la filosofía, generar en el público preguntas, no respuestas, porque las respuestas no las tenemos ningún ser humano. Que tan solo el teatro cuestione, es bastante; es un aporte muy grande a lo que es el mundo y la sociedad de cada cultura.
Antes las artes escénicas se veían como una profesión de riesgo, ¿hubo resistencias cuando iniciaste en el mundo de la interpretación?
Empecé en el año 1984, estábamos en una gran crisis social y económica. No tuve restricciones, pero había un menor crecimiento a lo que es en la actualidad. Había menos grupos, menos salas. Ahora hay un montón de obras de teatro y bastante acogida. El desarrollo del arte va acompañado de la situación económica de cada país. En ese tiempo, estábamos bastante alicaídos, pero a pesar de los problemas que aún siguen, hay un poco de estabilidad de económica. Incluso los padres han cambiado su punto de vista sobre el futuro de hijos y apoyan que se dediquen al arte.
¿Tienes algún tipo de ritual de relajación y concentración antes de pisar el escenario?
Hace años atrás, cuando mis hijas estaban chiquitas, hacía como una especie de ritual que era como al interpretar a un personaje que desconectas un poco, porque uno como padre está conectado todo el tiempo. Cuando eres actor, estás concentrado en lo que vas a hacer y pierdes un poquito la conexión. Encomendaba el bienestar de mis hijas para que estuvieran bien durante el tiempo que iba a estar en escena. Hoy en día, hago una reflexión más profunda, con una serie de mantras y me dejo guiar hacia lo que el espectador quiere cuestionarse. Dejarme guiar para contar la historia, es lo más importante en un artista.
Tienes más de 20 años con tu asociación cultural ‘Diez Talentos’, ¿cuál es la clave para salir adelante?
Somos un país donde todos nos valemos por sí mismos, somos un país que no está dependiendo del Estado. A pesar de todos los reclamos que hacemos en cuanto a teatro o cine, siempre hay leyes que van en contra de nosotros, eso nos da más empuje de salir adelante. El teatro siempre ha sido un elemento peligroso para el gobierno. Por ejemplo, Uruguay, Argentina y Chile, que son países vecinos y que a través del teatro podrían mostrar al público un poco de cuestionamiento acerca de la situación en la cual se encontraban. El teatro siempre ha sido un arte que no ha estado en su zona de confort, ni aquí, ni en otra parte. Por el mismo hecho que cuestiona la sociedad y al ser humano. Son preguntas, no respuestas. Las respuestas creo que algún día las encontraremos, pero lo importante es preguntarnos un montón de cosas.
¿En algún momento te gustaría asumir el reto como director de cine?
Es uno de mis sueños llegar a dirigir una película, obviamente acompañado de otro director, sería una codirección. No soy director de cine, pero tengo mucha visión cinematográfica cuando enseño o cuando tengo que interpretar algún personaje ya sea en televisión o en cine. No solo soy actor, director y maestro de actuación, también me gusta escribir. Lo que más he hecho en mi vida son adaptaciones, lo que es una segunda dramaturgia.
En redes sociales suelen decir que les gustaría que regresen ciertos personajes a ‘Al Fondo Hay Sitio’, uno de ellos es ‘Luchito’. ¿Te molestan esos comentarios?
No, porque soy un actor que está en actividad, no me he quedado haciendo una sola cosa en televisión, que en este caso es el medio más popular. Recuerdo que, al principio, cuando terminó ‘Al Fondo Hay Sitio’, la gente me decía ‘Luchito’ en las calles. Después cuando empecé a hacer otras telenovelas y producciones, me miraban con otros ojos, y hoy en día me llaman por mi nombre. La gente ya se da cuenta de mi trabajo como actor y que estoy mutando todo el tiempo de personaje en personaje.
¿Qué otros proyectos tienes para lo que resta del año?
Haré dos funciones de ‘Forte’ que es un trabajo de Voces del Sol, que es un trabajo de Claudia Rheineck y Lucho Quequezana, el 6 y 7 de julio en el Gran Teatro Nacional. Luego, el 18 de julio voy a protagonizar la obra ‘Tito Andrónico’ en el Teatro Segura.