A Aquiles, un niño asháninka, Sendero Luminoso le robó la inocencia a los 9 años. Secuestrado, tuvo que crecer a la fuerza y con olor a muerte, pero nunca le pudieron quitar la esperanza. Se vio desarraigado de su familia, de ese entorno de felicidad que olía a selva y libertad y no le quedó más que vivir muchos años simulando ser parte del mal para poder sobrevivir. Su historia la cuenta el escritor y teniente coronel del Ejército Carlos Enrique Freyre en “El miedo del lobo” (Editorial Alfaguara 2021), un relato, duro, descarnado, brutal y de lectura obligada para no olvidar el daño que hizo el terrorismo al Perú desde 1980.
¿El miedo a morir de Aquiles fue su mejor arma para sobrevivir?
Pienso que la situación de miedo que pasa Aquiles es el desarrollo máximo de la supervivencia, me fui dando cuenta de que era distinto, es como cuando un ave reacciona al peligro, pero no necesariamente por miedo, es por la situación a la que es empujado. Aquiles termina haciendo que se le desarrollen esos instintos, esa lectura del enemigo que tenía al frente y de la que tenía que protegerse para no morir.
Se hace imprescindible hoy leer estos testimonios crueles y brutales...
A veces el día a día hace que las situaciones se conviertan en simples números. Se habla de más de 60 mil muertos generados por el terrorismo de Sendero Luminoso, pero cuando exploras este relato te das cuenta de lo valiosa que es la vida, el ser humano y cuánto se lucha por mantenerla. Es necesaria esta lectura para que la gente pueda entender que uno no puede cuantificar la muerte de manera tan ligera, porque sino se comienza a justificar estas gestas de sangre que los cabecillas terroristas promueven con tanta facilidad.
Hay una escena desgarradora en la que los senderistas en medio de sus desplazamientos por la selva deciden enterrar vivos a niños enfermos que consideraban una carga...
Te confieso que me fue muy difícil escribir la escena, porque cómo puedes hacer algo así sin producir que la gente no se quiebre, o cierre el libro. El hecho me pareció lamentable pero tenía que contarlo, porque esos extremismos, esas ideas que hacen que los seres humanos se degraden tanto, hasta llegar a ese límite de perversión, deben denunciarse.
Hilvanar todos los recuerdos de Aquiles no ha sido fácil.
La novela se escribió a través de su relato personal y de audios que él me iba enviando. Había que trabajar en un tema de traducción, no del idioma, sino de una especie de comprensión de lo que contaba en el relato, porque los tiempos de Aquiles son diferentes a los que nosotros manejamos y eso la hacía compleja para escribir. Había que administrar su relato y también su dolor.
Lograste una empatía con un hombre que podrías haberte encontrado frente a frente en el cambo de batalla.
Cruzando fechas saqué cuentas que en algún momento estuvimos muy cerca el uno del otro, no frente a frente, te mentiría, pero sí en la misma área. Por alguna decisión de uno u otro bando nos habríamos podido encontrar.
“El miedo del lobo” tiene varias lecturas, la historia de Aquiles o de cómo funciona Sendero Luminoso en el VRAEM.
Es cierto, cada quien tiene una particular lectura. A unos le interesará más como relato, a otros como conocimiento de lo que significa este movimiento terrorista y otros a nivel literario. También habrá mucha gente que se va a interesar en Aquiles como individuo, como ser humano y ojala que la sociedad lo reconozca
Luego de escapar de sus captores Aquiles se enrola al Ejército.
Sí, y ahí cumple una nueva función. Cuando estaba en Sendero Luminoso era el hombre en punta, en una patrulla militar es el primer hombre que va a la cabeza por el conocimiento que tiene del terreno. Durante sus funciones en el Ejército, cumpliendo esa labor lo hieren, y esa herida le ha creado una invalidez y eso es lo que lo mortifica, el haber dado tanto y ahora no poder seguir su carrera y tener que enfrentarse a la burocracia.
¿Mucha gente se sorprende cuando se entera que eres militar además de escritor?
Es por el desconocimiento propio de las sociedades sobre las fuerzas armadas. Estas requieren de un fuerte componente de doctrina, conocimiento, experiencia y sabiduría. Muchas veces no están asociadas a la literatura, es cierto, pero eso no implica que no haya oficiales intelectuales que tengan capacidad de análisis y estudio.
CARLOS ENRIQUE FREYRE
Escritor. Ha servido en varias regiones del Perú como oficial de infantería. Además de haber publicado varias novelas, ha escrito guiones en las ediciones gráficas de “Mario. El Universo Vargas Llosa” y “Rosa cuchillo”.