César Vallejo: Los últimos días del poeta peruano relatados por sus amigos
César Vallejo: Los últimos días del poeta peruano relatados por sus amigos

ha muerto. De esto ya 80 años. Fue un 15 de abril de 1938, un Viernes Santo en París. En estas décadas, el estudio de su obra le ha valido ser reconocido como uno de los principales poetas del siglo XX y el más importante del Perú. 

Su poema Piedra negra sobre piedra blanca -que hace referencia a la costumbre en Santiago de Chuco (pueblo donde nació) de poner una piedra sobre otra para señalar los entierros- estuvo cerca de describir el escenario de su muerte, pues, según sus biógrafos y amigos, aquel día llovió mucho.

En su libro César Vallejo: vida y obra, Luis Monguio relata cómo fue su último año de vida: "Tras el esfuerzo poético realizado a fines de mil novecientos treinta y siete un gran agotamiento físico y psíquico avasalló a Vallejo. Sus hambres, su vida miserable, sus tensiones políticas, las emociones de la contienda española [Guerra Civil], le habían deshecho".

Monguio agrega que el poeta quiso volver a América ante su delicado estado de salud, "pero inmediatamente decidió que 'no podía abandonar Europa mientras siguiera luchando el pueblo español'".

Deterioro de su salud

Sin embargo, su estado salud se fue resquebrajando cada vez más, y como relata Ernesto More en su libro Vallejo, en la encrucijada del drama peruano, el escritor cayó en cama el 13 de marzo de 1938 y es trasladado a la Clínica Villa Arago, lo que marcó el inició de sus últimos días en esta tierra.

"Durante un mes su temperatura estuvo oscilando entre los cuarenta y los cuarenta y un grados, hasta que el siete de abril sufrió una gran crisis que se creyó iba a ser fatal, pero la de la que se repuso por unos días. No muchos, porque a primeras horas del jueves catorce de abril perdió definitivamente el conocimiento, comenzando a delirar. En su delirio pronunció con insistencia el nombre de España y sus últimas palabras fueron: 'Allí... pronto... navajas... Me voy a España'", señala.

César Vallejo, autor de los poemarios Los heraldos negros, Trilce y el póstumo Poemas Humanos, muere a las 9:20 a. m. del 15 de abril de 1938, a los 46 años, en la clínica Villa Arago rodeado por Georgette de Vallejo y sus amigos Cuto Oyarzun, artista chileno, y Juan Larrea, quien contó cómo falleció el vate peruano.

Vallejo murió "sin aspaviento alguno, dignamente, con la misma dignidad con que había vivido", escribió luego Larrea.

El entierro del poeta

Luego de su muerte, se trasladó el cadáver a la Casa de la Cultura para ser velado el 19 de abril, de allí salió para ser enterrado en el cementerio de Montrouge. 

"El hall [de la Casa de la Cultura] fue arreglado impresionantemente y los escritores montaron guardia que se cambiaba cada cuarto de hora, desde las ocho de la mañana hasta las doce del día, hora en que partió el cortejo", escribe More.

En el cementerio, cita Monguio, "hablaron (el poeta surrealista) Louis Aragon, en nombre de la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, Antonio Ruiz Vilaplana, en nombre de los españoles, y Gonzalo More en el de los peruanos".

*Imagen tomada del libro "Vallejo, en la encrucijada del drama peruano".

César Vallejo descansa hoy en el cementerio de Montparnasse. Y como él mismo escribió sobre su muerte: "César Vallejo ha muerto, le pegaban / todos sin que él les haga nada; / le daban duro con un palo y duro / también con una soga; son testigos / los días jueves y los huesos húmeros, / la soledad, la lluvia, los caminos...".

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