Christian Reynoso: "Cargar cruces es una forma de expiar el dolor" (VIDEO)

En su tercera novela, titulada "La tempestad que te desnuda" (Peisa, 2019), Christian Reynoso nos relata la lucha que emprende una talentosa bailarina (Silvana Oblitas) por abortar después de que su novio la violara tras golpearla sin clemencia. La historia, tan vigente y narrada con gran elocuencia, no te deja indiferente.

"Quería explorar desde la ficción qué es lo que una mujer peruana pasa frente a un contexto de esa naturaleza, en el que siempre está de por medio la condena social, la moral, el temor y las leyes que no te ayudan", explica a Correo el escritor y sobrino del maestro Oswaldo Reynoso sobre el origen de su novela.

Para abortar, Silvana, consciente del peligro, debe enfrentarse a ella misma, a las leyes, a la sociedad... 

Por eso pienso que es una novela de la resistencia, una poética de la resistencia, porque ella toma la decisión y se mantiene firme, a pesar de todo ese escenario difícil que se le presenta. Ella quiere tener la decisión de hacer con su cuerpo lo que quiera. Ahora, Silvana no va a salir bien librada porque siempre hay cruces que se cargan en la espalda, pero de alguna manera también es una forma de expiar el dolor a través de la decisión que toma.

¿Podemos colegir que estás de acuerdo con el aborto dependiendo del caso? 

Sí, estoy de acuerdo, pero no me interesa mucho dar mi postura como ciudadano; me interesa más llegar al lector a través de la novela. No soy quién para decir cómo se tiene que pensar. Tampoco la novela ha sido escrita pensando en una postura panfletaria o de apología a una u otra opción. Para nada. Sencillamente, mi intención ha sido mostrar una realidad a través de la literatura y que sea el lector quien se cuestione.

¿Cómo deberíamos entender a la protagonista, que continúa la relación, pese a la violencia que el novio ejerció antes sobre ella? 

Yo pienso que ahí podemos hablar del miedo porque, claro, resulta ilógico, contradictorio que, a pesar de que te ha pasado, tú insistas con eso (la relación), pero creo que hay un miedo muy profundo, muy paralizante. Incluso, ella se cuestiona por qué no reacciona y termina con esa relación o lo denuncia. Creo que es eso, el sentido de la negación de la realidad, que puede escalar de una manera más terrible. Uno siempre quiere pensar que las cosas van a salir bien o van a mejorar porque, entre líneas, hay también la búsqueda de la felicidad, la búsqueda de la armonía, pero ahí entra el corte, ese shock que es terrible, a través del miedo.

¿Cómo crees que debería manejarse ese miedo? 

Hay una académica, Judith Butler, que habla de narrativizar el trauma. Sugiere que en la medida que tú puedas narrativizar tu conflicto, tu trauma, tu depresión o ese hecho que rompe la armonía, la tranquilidad, vas a poder asumirlo de una mejor manera, en tanto el dolor ya no te afecte. ¿Qué significa narrativizarlo? Contarlo sin que te genere dolor.

¿Y qué pasa en la mente de este personaje que ejerce la violencia? 

Hay cosas de su pasado que de adulto salen a flote, explotan, se activan. Tampoco quería hacer una novela políticamente correcta, donde el agresor finalmente va a ser detenido. Me parece más importante destacar su mundo interior porque él sabe que ha hecho algo malo, siente culpa, arrepentimiento, desasosiego, pero al mismo tiempo él mismo encuentra justificaciones a su proceder. Entonces, en el fondo es una negación de que has hecho algo malo. Esa ambivalencia me parece quizás más terrible de sufrir a que lo capturen y lo metan a la cárcel. Por eso, él se queda con ese dolor, que es incluso un dolor que siente en los testículos. Es una cosa simbólica. Es el dolor, la afectación, el insulto a su virilidad que lo paralizan y que, probablemente, lo lleven al abismo.

¿Qué lecciones pudo darte o rescataste del maestro Oswaldo Reynoso sobre el oficio de escribir?
Recuerdo que él era una persona que enseñaba mucho a los jóvenes escritores a conocer el oficio de escribir y a preocuparse mucho por el lenguaje, por la palabra, por el uso del lenguaje. Esa exigencia que tú podías ver en sus libros, de alguna manera, yo también lo he asimilado en los míos. Recuerdo que él corrigió "Febrero lujuria" y "El rumor de las aguas mansas". Me dio alcances, sugerencias. En esta tercera ya no porque falleció. Pero me queda un gran recuerdo familiar, pero también de ser cómplices, compañeros, en el salvaje mundo de la literatura, de la irreverencia, de ser artistas, creadores. Yo creo que esa es una de las enseñanzas de Osvaldo, esa rebeldía a través del arte.

¿Qué te gustaba más de sus obras?
Yo considero que "Los eunucos inmortales" es su libro mayor porque condensa todo lo que podemos encontrar en sus obras, pero lamentablemente esa novela no ha sido bien leída, no ha tenido mucha difusión, muchos estudios, porque siempre ha estado la sombra de "Los inocentes". En "Los eunucos inmortales" se condensa toda esa madurez del lenguaje, de las imágenes, de la poesía, de la historia, que están también en sus otros libros.

Perfil

Christian Reynoso, escritor y periodista

Magíster en Literatura Hispanoamericana por la PUCP. Ha publicado las novelas "Febrero lujuria" y "El rumor de las aguas mansas". También tiene cuentos y ensayos.