Cada vez que regresa a Lima, y pasa por la Casa Dasso, a Claudia Noriega le asalta la nostalgia e inevitablemente le llegan recuerdos de una época inolvidable de su vida. La emblemática residencia barranquina fue el set de grabaciones de “Carmín”, telenovela que la acogió con el personaje de Mónica y que la convirtió en toda una celebridad a mediados de los años ochenta; hasta que decidió abandonar la actuación en su mejor momento. “Luego, después de grabar “Zaña”, una telenovela que duró poco y además una serie, me fui a Estados Unidos. Yo estudié producción y dirección de cine y televisión, pero también había estudiado diseño de ropa, entonces saqué mi línea en Estados Unidos y venía de vez en cuando a hacer desfiles”, nos cuenta la hoy escritora, que está en Lima para presentar la serie de libros infantiles Valentina y su Elefanta Blanca, compuesta por tres cuentos “No todas las familias son iguales”, “¿A dónde se fue la abuelita?”, y “Los secretos nos incluyen a mamá”.
Fuiste drástica para decidir poner fin a la actuación. Y eso que hasta allá, en Estados Unidos, me han ofrecido trabajo para diferentes papeles en series o películas, pero ya sabía cómo era mi vida cuando grababa, no quería ser una mamá ausente de mis tres hijas.
Grabar una telenovela es estar hipotecada tu vida casi 24 horas, Recuerdo que en Carmín yo llegaba a las 7 de la mañana, y terminaba a las 11 de la noche, y al día siguiente igual. Yo sabía que, de seguir en la actuación, iba a tener una vida sacrificada, y para mí era importante estar presente en la vida de mis pequeñas, hoy ya todas son adultas.
Querías vivir en un hogar tradicional... Es desde mi punto de vista, porque hay algunas mamás que son actrices y que lo manejan perfectamente, para mí era importante tener esos espacios con mis hijas.
Dejaste la actuación pero empezaste a desarrollar una carrera como coach y escritora y llegas a Lima a presentar tres cuentos. ¿Cómo sucede todo eso? Para mí siempre ha sido muy importante tener una buena comunicación con mis hijas, yo me divorcio del papá de ellas cuando eran muy chiquitas, pero mantuvimos una relación de amistad con él. Mi exmarido venía a mi casa a tomar un café con mi actual esposo, o sea, éramos una familia diferente, que es uno de los títulos de mi libro, “Todas las familias no son iguales”. De ahí una de mis hijas pierde a una amiga cuando es muy chiquita, y tengo que abordar el tema del duelo con ella, y después yo tenía un dicho con mis hijas que era, ‘los secretos no incluyen a mamá´ porque siempre quería que mis hijas supieran que no importaba lo que le decían las otras personas, ellas siempre podían venir conmigo y hablar de lo que sea.
¿Es verdad que les escribías cuentos a cada una de ellas? Cuando eran chiquitas, yo les creaba historias y ellas eran los personajes. Cada una tenía su cuaderno espiral con los cuentitos que yo les creaba.
Ya tenías un oficio que estabas desarrollando.
Claro, y mis hijas llevaban sus cuentos al colegio y la profesora los leía, era una maravilla. Entonces, yo ya tenía eso, y un día, que fui invitada a un podcast, estaba hablando de uno de mis libros, y al terminar, el muchacho me dice, oye Claudia, y tú qué sueños tienes para el próximo año, y yo le digo, me encantaría escribir libros para niños que hace tiempo quiero hacer, y me dice, yo tengo un editorial, yo puedo publicar tus libros, yo soy editor. Allí empezó todo.
Muchas veces los cuentos para niños son edulcorados, con temas e historias poco reales, los tuyos van al grano responden a temas reales y específicos. Sí, porque yo siento que es importante contestar las preguntas, dependiendo de la edad, no darle más información de las que los niños, están preparados a recibir, pero con la verdad, porque una mentira cancela diez verdades. Entonces si yo te digo a ti un montón de cosas y de pronto te enteras que yo te he mentido en una cosa, te va a dar la duda de que te pude haber mentido en otras.
¿Seguirás publicando nuevos libros para niños o evalúas volver a la actuación? Tengo tres nuevos cuentos en mi lista, pero yo sé hacer muchas otras cosas, soy artista, y siento que nosotros hemos venido a este mundo para algo, mi misión es empoderar. Con los libros estoy empoderando a los niños y también a las mamás.