María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro, una secretaria que renunció a su trabajo para incursionar en la literatura, sobre todo romántica, firma sus libros con el seudónimo de Megan Maxwell.
Aunque sus primeros borradores solo fueron leídos por su madre, con los años se convirtió en una autora de “best sellers” a nivel mundial, abriéndose camino en otros géneros como el erotismo.
La narradora española, con más de 40 novelas en su haber, reflexiona con Correo acerca de las críticas que rodean a la mujer cuando quiere hablar de sexo, del amor temporal y de su afición por los finales felices.
El libro Bienvenida al club Cabronas sin Fronteras aborda el tema del divorcio y la separación. Para usted, ¿el amor tiene fecha de caducidad? Desgraciadamente sí. Seguro hay amores que duran toda la vida, pero creo que el amor sí tiene fecha de caducidad, como el yogur (risas).
Algunos consideran que lo que realmente prima en las relaciones largas es la costumbre más que el amor. ¿Qué opina al respecto? Muchas parejas se quieren el resto de su vida, pero no están enamoradas, pues piensan que por ser mayores ya no deberían separarse y se niegan a aceptar que el amor no se basa en la cantidad de años, sino en la calidad de vida que llevan juntas. No importa la edad que tengas; si te están dando mala vida, adiós.
¿Hay un renacer luego de una ruptura amorosa? Lógicamente. Uno se reinventa, porque solemos cambiar nuestra rutina cuando nos enamoramos y sobre todo cuando tenemos hijos, pero cuando se acaba esa vida, no te puedes quedar en nada, porque el “amor de tu vida” te ha fallado. Tienes que complementarte como persona.
-
“Si hubiera escrito mi primera novela erótica hace 25 años, me hubieran quemado viva por bruja”
En sus libros presenta a las mujeres como heroínas. ¿Qué tan importante es resaltar esa característica en su trabajo? Muy importante, porque es necesario que entre nosotras nos apoyemos. Eliminemos ese pensamiento de que por ser mujeres nos tenemos que llevar mal.
¿Las historias en sus novelas varían según su estado de ánimo? Claro. Por ejemplo, el día en que me levanto enfadada, muere alguien en la novela (risas).
Todos sus libros terminan con un final feliz. ¿Cuál es la razón? Porque la vida en sí no da muchos finales felices y creo que quien me lee está en busca de eso. Además, muchas veces la vida es una mier... como para que los libros también lo sean.
¿Considera que a veces minimizan su éxito por escribir libros del género romántico? Sí, porque la literatura romántica siempre ha sido considerada una de segunda categoría. Ello no es así; de hecho, siempre se ha vendido muchísimo. La gente no decía que lee novelas románticas porque las criticaban. Ahora, lo que piensen mis colegas, si mis escritos son literatura o no, ya es problema de ellos. Yo no me meto en lo que escriben.
¿Cómo ha sido para usted abordar el tema del erotismo en una sociedad en donde ese es un tema tabú para las mujeres? En realidad, nunca pensé escribir una novela erótica, pero me gusta hacerlo. ¿Por qué una mujer no puede hablar de sexo si todo el mundo lo practica y lo disfruta? Aunque entiendo que no todos comprenden esto. Si hubiera escrito mi primera novela erótica hace 25 años, me hubieran metido a la hoguera y me hubieran quemado viva por bruja. Lo bueno es que con los años esas ideas se van disolviendo.
¿Por qué cree que existe este reparo en que las mujeres hablen abiertamente de sexo? Es una pena. Así como los hombres pueden alardear diciendo “mira, me he ligado a cuatro”, ¿por qué yo no puedo alardear de lo mismo? Tenemos que ir cambiando esa idea y avanzando. Por lo menos, ya se habla con más naturalidad de sexo, como lo estamos haciendo nosotras.
CIFRA 2019 julio, presentó su último escrito en la 24 Feria Internacio-nal del Libro de Lima.
2010 año en que ganó el Premio Internacional Seseña de Novela Romántica.
-
PERFIL Megan Maxwell
Escritora española
El 2013 recibió el AURA. Por su libro Pídeme lo que quieras, ganó las Tres Plumas a la mejor novela erótica otorgado por el Premio Pasión por la Novela Romántica.