​Estar enamorado tiene caducidad y disminuye la inteligencia cognitiva, según estudios
​Estar enamorado tiene caducidad y disminuye la inteligencia cognitiva, según estudios

En algún momento de la vida, la sensación de estar puede encapsular al ser humano, al punto de bloquear su inteligencia. Es por eso que, en esta etapa del entusiasmo emocional, muchas personas realizan actos que con el pasar del tiempo sienten arrepentimiento o no encuentran explicación a este hecho.

Psicólogos como neurólogos holandeses y estadounidenses descubrieron que las parejas más apasionadas tienen más problemas para focalizar y concentrarse en una serie de tareas que demandan atención. Para medir el grado de control cognitivo, según difundió el sitio El Huffington Post, los investigadores analizaron el rendimiento de 43 personas enamoradas desde hacía menos de seis meses. Este tipo de amor apasionado es, por definición, de . Y es el preludio de una segunda fase de amor sosegado o de larga duración. O, en caso de que no llegue esta etapa vendría el fracaso de la relación.

Otras emociones.

Sin embargo, también las emociones como el enojo, la ira, los celos, el odio, entre otros pueden llevarnos a límites que nuestro y hacer que nuestro comportamiento tome formas absurdas. Esto sucede porque el lado instintivo de nuestro nuestro cerebro, ha dominado sobre el racional. La inteligencia es nuestra capacidad de razonar, tomar decisiones y discernir; ella nos permite interpretar nuestras emociones y modularlas.

Por eso cuando estamos en situaciones de peligro o ante estímulos sexuales, nuestro llamado “cerebro reptil” e instintivo entra en acción y podemos llegar a tener comportamientos casi animales.

¿Cuánto duran estas emociones?

Según el proceso biológico del ser humano, las emociones duran aproximadamente 25 minutos y es ahí cuando el cerebro libera dopamina, aletargando la conciencia real; por ello, a menudo las personas se acuerdan de cosas insignificantes, pierden el contexto y reaccionan de forma inmediata. Este proceso provoca que muchas veces se tomen malas decisiones, señaló el neurofisiólogo, Eduardo Calixto González, quien asegura que “si supiéramos que los elementos son cortos y que el cerebro los atenúa no haríamos tantos enganches emocionales con mucha de nuestra cotidianeidad”.

No obstante, “el cerebro aprende con mayor eficiencia con dolor que con un éxito consumado”, pues todos quieren evitar el dolor, afirmó en entrevista el investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM).

En ese sentido, las emociones negativas, como la ira y la tristeza, son las que más enseñan y capacitan al cerebro a disminuir una emoción, para que cuando se experimente en el futuro, esta sea de menor intensidad. Para el especialista es fundamental entender que las emociones dependen de la evaluación y los procesos psicológicos y sociales por lo que esté atravesando una persona, pues “muchos de nuestros problemas son las interpretaciones que hacemos de nuestra vida”. “Nos pasamos clasificando la vida en emociones, eso está bien, eso mal, eso peor”, sin darnos cuenta que “lo que hoy tenemos y creemos que nos hace felices en diez años no lo va a ser”, debido a que el cerebro busca nuevas fuentes de dopamina.

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