Estudio: Mujeres no tendrían relaciones con un hombre de mala ortografía
Estudio: Mujeres no tendrían relaciones con un hombre de mala ortografía

Un 48 % de 9.000 encuestados por el sitio de citas estadounidense Zoosk indicó que las fallas en la escritura hacen que se reduzca el deseo sexual por otro.

Esta misma encuesta confirmó que las mujeres se fijan más en ese aspecto: el 65 % no tendría sexo con un hombre sin ortografía, porque como advierte sabiamente un meme: “Seguro te va a buscar el Punto J’. 

Así que “si usted escribe ‘Ya boi’, por favor no venga”, como dice otro chiste en las redes, en alusión a los pecados ortográficos que pululan en los chats para hallar pareja.

Por eso, aunque parezca chiste, “Si usted escribe ‘haber’ en lugar de ‘a ver’, debería ‘hirviendo’ cómo solucionar ese problema”.

Expertos en escritura le muestran aquí como la mala ortografía le puede pasar una cuenta de cobro bien cara.

Hablan expertos. La cacografía

Según Eduardo Figueroa, especialista en edición de textos y talleres de redacción, si uno de los dos miembros de una pareja tiene buena ortografía y el otro no, se genera conflicto. “Si ambos tienen mala ortografía no pasará nada. Ni cuenta se darán”. Él recomienda que “en el primer caso, quien tiene buena ortografía le diga a su pareja que tiene fallas y buscar soluciones. No burlarse ni acusar porque eso rompe la relación”.

“Más que amor, lo que impulsa a la pareja con buena ortografía a buscar que el otro mejore es para evitar ‘pena ajena’ y habladurías dentro de sus amistades. Solo he sido testigo de un caso de estos con final muy feliz”, dice.

Cleóbulo Sabogal, jefe de información y divulgación de la Academia Colombiana de la Lengua, aclara que “decir ‘mala ortografía' es una contradicción, la ortografía es la escritura correcta de las palabras, hable de cacografía que es escribir cometiendo faltas ortográficas”.

El desinterés: Lo que se hereda

Para quienes se excusan en que heredaron la mala ortografía de papá o de mamá, les llegó la hora de reconocer que cometen faltas porque no les interesa escribir bien. Según Jairo Enrique Valderrama, profesor de la Facultad de Comunicación: El hecho de no poner tildes o escribir con errores, “indica que nos importa poco cómo transmitir las ideas. Eso de que la forma y el fondo van por aparte es una farsa. Desconocer la ortografía es como andar por la vida sin saber que 2+2 es igual a 4”.

No repita lo de la calle

Si hay algo que sucede con mucha frecuencia es que se escudan los errores diciendo que “así lo tiene Google” o “en el supermercado lo escribieron de esa manera”. Pero ni la calle ni la red son manuales de ortografía. Hay errores que se siguen multiplicando: En los salones de belleza se escribe ‘keratina’ y la forma correcta es ‘queratina’ porque así está en el diccionario en línea de la Real Academia de la Lengua (www.rae.es). Lo mismo pasa al escribir ‘kilate’, que debe ser ‘quilate’.

Reglas salvadoras para poner en práctica

Al escribir, mantenga abierto el vínculo www.rae.es Consúltelo tanto como sea necesario. Está disponible en aplicaciones para teléfonos inteligentes.

Desconfíe de los usos generalizados (Ad Populum). Recuerde que las palabras se clasifican en agudas, graves, esdrújulas o sobresdrújulas para saber usar la tilde. Reconozca el uso adecuado de los signos de puntuación, eso le puede cambiar el sentido a lo escribe.

Luego de escribir, lea, relea y antes de remitir su mensaje, lea otra vez. Haga de la literatura su aliada para adquirir un favorable nivel de ortografía.

Punto y aparte

“La ortografía no enamora pero tampoco me veo con alguien que quiera ‘aserme mui felis’”, reza un meme que circula en las redes sociales y que se mofa de la manera como la mala escritura da al traste con una potencial relación de pareja. No hay nada más matapasiones que chatear, vía WhatsApp con aquella persona por la siempre hemos sentido atracción y esta nos diga: “Tengo ganas de abrasarte” o “Te penzé todo el dia” en vez de “Tengo ganas de abrazarte”, “Te pensé todo el día”.

Dime cómo escribes y te diré quién eres

“Cuando veo una escritura bastante deficiente ortográficamente, de entrada es inevitable formar un perfil de quien escribe, y más si el texto en cuestión está lleno de improperios”, señala Jairo Enrique Valderrama, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Sabana. Para él las expresiones mal usadas reflejan a personas resentidas, con autoestima baja, sumisas, violentas o que han sido maltratadas.

Reflejo del intelecto

“Las personas con un nivel intelectual suficiente entienden que un texto escrito con errores ortográficos ya resulta sospechoso, de inmediato se deja de leer. Es como seguir una conversación con una persona grosera, que usa palabras soeces. Es más provechoso hablar con una pared. La ofensa y las faltas de ortografía parecen ser hermanas siamesas”, dice Jairo Valderrama, docente de Comunicación.

Vida laboral: Jugarse el prestigio

“Una hoja de vida con faltas de ortografía deja mucho qué decir. Hace unos días me llamó una persona encargada de seleccionar personas para hacer corrección de estilo, dijo que seleccionó a la primera persona que no cometió faltas de ortografía. Si una persona por descuido o desconocimiento comete faltas, se está jugando el prestigio”, anota Sabogal.

Con la información de El País

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