Su sensibilidad, así como en sus canciones, se ve reflejada en las páginas de su primera novela El violín de Rocío. A Gian Marco Zignago, aunque no sea un ávido lector, la capacidad de crear canciones y ahora historias lo ha conducido por el lado literario y ha descubierto en la escritura una forma de expresarse. De igual modo que en sus composiciones, su nueva novela nos invita a la reflexión y a acercarnos más al perdón. Narra la historia de un hombre (Darío) que luego de años se entera de que el hombre a quien consideraba su padre realmente no lo era. En ese giro de su vida, conoce a una niña llamada Rocío; ella, aunque es invidente, encuentra en su violín una forma de liberarse de sus problemas y le ayudará al protagonista -sin querer- a encontrar la redención.
Coméntanos sobre la construcción de los personajes, en este caso de Darío (el personaje principal)...
Los personajes han nacido netamente de la ficción; es algo que nació, como las canciones. Cuando yo comienzo a hacer una canción, no me pongo a pensar: “A ver, hoy voy a escribir sobre esto”. Simplemente me dejo llevar por el instrumento y eso es lo que me lleva a escribir sobre el amor o el desamor. En este caso, ese nombre (el de Darío) llegó a mi cabeza y todo lo demás fluyó.
¿Cuánto tiempo te ha tomado escribir la novela?
La novela me ha tomado escribir aproximadamente diez años (risas). Lo que pasa es que yo tengo mucho respeto por la gente que escribe. Para mí, la palabra “escritor” es una palabra muy fuerte; pero luego pensé que si yo escribo canciones, soy escritor. Tengo quince discos, soy cantautor; ¿eso me da permiso para ser escritor? Sí. Te cuento historias en cuatro minutos, que es lo que dura una canción. No soy un novelista, pero estoy entrando en un mundo en el cual tengo mucho respeto por los que estudiaron literatura y los que están metidos en este negocio. Por eso, fue mi demora; porque no quise ser un insolente que te diga: “Mira, también escribo libros”.
Sobre el tema central de la novela, enterarse de que el hombre que lo crió no era su verdadero padre, ¿cómo alguien puede afrontar esto?
Él sobrelleva esta situación porque el perdón es fundamental, así como el perdón a uno mismo, y la palabra clave que es la autoestima; eso para mí es un poco el mensaje del libro. Porque conozco casos de historias de vida terribles, pero también que han tenido luego de eso una vida exitosa. Y eso es porque en ese punto medio, de equilibrio, se han reconocido y se han dado cuenta de qué y para qué están hechos. Aunque esto es un trabajo personal importantísimo.
En el libro, también mencionas que el perdón es una elección...
Yo considero que la posibilidad que todo ser humano tiene de sobrellevar diferentes problemas es con estas palabras: la autocompasión, el perdón a uno mismo y un nivel de consciencia bastante elevado.
¿Cuál crees tú que es el camino para llegar a estas palabras esenciales que has mencionado?
Es el enfrentamiento, es el mirarse a los ojos y decir: “Siento esto y esto”; es decir la verdad. Y eso pasa Darío al hablar con su padre al descubrir que no era su padre; esas conversaciones cara a cara son necesarias. Por eso, yo tengo 23 años de matrimonio. Nos hemos sentado cuando necesitamos hablar sobre el futuro, lo que viene, lo que no, lo que nos gusta, lo que no; y con mis hijos es lo mismo.
Así como Darío tuvo esta conversación con el corazón abierto con su padre, ¿tú has tenido una así con el tuyo?
Tengo en mi memoria la conversación con mi padre antes de morir; antes de que mi padre se muera, yo me senté con él a conversar muchas cosas. Esos son momentos donde tienes que preguntar, tienes que decir hay cosas que se me quedaron en el tapete y que nunca las dije. Me arrepiento terriblemente de no haberlas dicho cuando lo tenía en frente.
¿Qué representa Rocío en la novela?
Rocío representa la fortaleza que yo he visto en niños que no tienen nada, pero que con tan poco son felices y que tuvieron que adaptarse al mundo con un amor ajeno aunque, al fin y al cabo, amor.
Rocío encuentra en su violín una especie de liberación. Para ti, ¿significa lo mismo la música?
Sí, para mí la música es sanación; se usa incluso la musicoterapia para diferentes enfermedades. Entonces, a Rocío la música la salva.
DATO
Gian Marco Zignago.Cantante y compositor.A lo largo de su carrera, ha obtenido reconocimien- tos como el Grammy Latino al Mejor Álbum Cantautor y Mejor Voz en los años 2005, 2011 y 2012.
2005 empezó a ganar premios Grammy Latino.
2008 publicó su primer libro de composiciones La madera del alma: relatos para escuchar en silencio.