La obsesión está destruyendo parte de la naturaleza. Fanáticos de una de las sagas más leídas, “Harr Potter” en el afán de obtener todo lo relacionado con el pequeño mago, han sido parte del tráfico ilegal del búho nival al punto de hacer que su especie esté en peligro de extinción. Así lo confirmaron, Vincent Nijman y Anna Nikaris, científicos de la Institución Oxford Brooks de Reino Unido, aseguran a través de un trabajo titulado “Ecología Global y de Conservación”.

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Desafortunadamente, los búhos mueren muy pronto debido a que están fuera de su entorno natural, por lo que el Gobierno de Indonesia insiste en que la especie sea incluida en las listas de animales protegidos.

Incluso la misma J.K. Rowling, autora de la saga, ha dicho en varias ocasiones que todos aquellos que creen que los búhos son buenas mascotas, están completamente equivocados.

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Se trata del búho salvaje, cuya venta se disparó de forma exorbitante en los mercados de Asia, pues antes del lanzamiento de la primera película, en 2001, se vendieron aproximadamente 100 búhos, pero para 2016 la cifra había crecido a más de 13 mil ejemplares, los cuales fueron sacados de su hábitat y vendidos entre 10 y 30 dólares (de 180 a 550 pesos aproximadamente) cada ave.

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