José Luis Torres Vitolas es un editor que no tiene miedo en decir que está a favor de la piratería. Si bien es uno de los grandes problemas de la industria editorial en el país, el director de Casa de Cartón lo ve como un forma de cambiar la idea de imprimir libros, de combatirla desde la calidad.
Conversamos con el también escritor sobre esta realidad y de cómo generar el placer de leer en los más jóvenes.
¿Cómo ha cambiado tu mirada sobre el acercamiento de la lectura a los niños?
Por una diversidad de causales seguimos en la cola de la prueba PISA, pero algo que vimos, en estos tiempos es que los chicos son muy visuales, y el libro, aunque parezca una cosa muy contradictoria, es así. Esos contenidos deben darse de manera atractiva. Hay que sembrarles poco a poco el hábito de la lectura, que es un gusto aprendido: tenemos que educar ese gusto, de una manera en que no se den cuenta que están siendo educados.
¿Y es importante que los padres también tengan el hábito lector?
Claro. El hábito de lectura se va formando con el tiempo y tiene que desarrollarse. Pero también hay otra cosa fundamental: esa necesidad de ser responsable al pedir o comprar un libro. A veces los papás creemos que no importa, compramos pirata u original, con tal que se lea, basta. Pero no es cierto. El papel ahuesado cansa menos. Si yo quiero que mi hijo se agote menos, le compro un original.
¿Cuál es o debería ser el rol de los profesores para motivar la lectura en los más pequeños?
Decimos que los profesores deben educar a los hijos. La gran carga de la educación viene primero de la casa y la escuela complementa. Y si el chico no lee, el papá le echa la culpa al profesor y no se ve el problema en casa. El profesor es un elemento de cambio pero también tiene que generar contenido, dinámicas, en ese aspecto nuestra editorial sí ha pensado en ellos con una serie de fichas de lecturas. Hacemos propuestas de contenido en línea, gratuito. Cualquiera puede coger nuestros libros. Hasta hubo un colegio que los ha usado gratis en sus cursos.
¿No les molesta?
No, porque ¿quién en este Perú no ha crecido al menos leyendo un libro pirata? Yo he leído muchísimos libros piratas. En una conferencia en Madrid, fui el único que hablé que estaba a favor de la piratería. La piratería, en realidad, es un elemento que regula el precio del cual tú debes ofrecer tu producto. Tengo que ver dónde están mis sobrecostos para ponerlos al alcance de todos. Si pongo un libro a 10 soles y el pirata está a 9, el público comprará el original.
Se dice que en el Perú se lee menos de un libro al año. ¿Este contexto sigue así o está cambiando?
El peruano sí lee muy poco, pero esas cifras hay que tomarlas en cuenta. ¿Será un libro original o uno pirata? Creo que leemos un poquito más. No digo exageradamente nueve o diez veces más que eso. Sí leemos pirata pero leemos más. Sin embargo, nuestra capacidad de entender sí está afectada, porque los hábitos de lectura nos han enseñado que leer lo sencillo no nos capacitará para leer a Vargas Llosa, Cortázar.
¿Cómo hacer atractivo estos autores para los jóvenes?
No busquemos hacer un libro atractivo nuevo, cuando hemos dejado de lado lo que ya hay de interesante y que no se está leyendo. No significa dejar de sacar libros nuevos, sino no olvidar los anteriores. ¿Por qué no leer un cuento corto de tres páginas en vez de resúmenes de 20 páginas? Lovecraft, por ejemplo, es un autor que está en todos los videojuegos o series como Stranger Things.