Juan Mauricio Muñoz: “Al norte está el infierno”
Juan Mauricio Muñoz: “Al norte está el infierno”

El poeta Juan Mauricio Muñoz ha publicado su primer libro de cuentos Al norte no está el paraíso (Campo Letrado, 2018), siete cuentos ambientados en los infiernos y padecimientos que encierran las travesías de los latinos en busca del famoso “sueño americano”. Una ilusión maquillada desde Hollywood que, mientras más se acerca al norte, termina por convertirse en una pesadilla.

Siendo poeta, ¿por qué decidiste contar estas historias en narrativa? 

Pude haber escrito poesía, pero me sentí cómodo con la narrativa. Tengo algunos poemas que son dedicados a la frontera de Estados Unidos con México, sobre mi vida allá. Lo leyeron algunas personas y me dijeron: “¿Por qué no escribes narrativa? Inténtalo”. No me fue tan complicado como pensaba, pero me demoré en publicarlo.

¿Cómo nace Al norte no está el paraíso?

Hay un cuento, “Todo termina en Iraq”, que en un principio iba a ser una novela. Pero me puse a pensar y dije vamos por partes. Tengo tantas historias por contar que en una novela no siento que las pueda meter todas. Cuando vivía en Estados Unidos, la gente me contaba sus cosas y yo solo estoy contando una parte. Entonces, ese cuento es más o menos autobiográfico, empezando porque yo no soy pandillero pero que sí me agarró la “migra”. Me ofrecieron ser militar, porque en ese entonces estaba la Guerra de Iraq.

¿Nunca te interesó conseguir la residencia yendo a la guerra? 

No. Ahí era para que te manden de carne de cañón. Te mandan al frente. Qué bueno fuera que te manden de general, atrás. Al frente nomás, como diciendo mátate. Ahora no sé cómo será. Sin embargo, todo lo que uno ve de Estados Unidos ahora es algo que está hace muchos años ahí. Ahora sale gracias a la tecnología. Siempre ha habido cárceles, maltratos hacia el inmigrante, muertes cuando cruzan la frontera.

¿Qué cuentos se basan en lo que te contaron en Estados Unidos? 

“La milicia de Arizona” es algo que me contaron y le puse ficción, al igual que ”Trece segundos”. Cuando viví en Carolina del Norte, conocí a mucha gente de la Mara Salvatrucha que había estado escapando de la pandilla y que asumo que hasta ahora seguirá escapando. O que habían estado en prisión juvenil. Y me contaron sus experiencias. Por eso sé cómo manejan ellos lo de la Mara, lo que son los trece segundos. Aunque creo que ahora ya no aceptan eso: van de frente y te dicen tienes que matar a alguien si quieres pertenecer a la Mara Salvatrucha. Además, ahora es una organización criminal.

¿Cuál fue el motivo principal que tuviste para publicar este libro?

Hay mucha gente que se engaña con que el sueño americano existe. El sueño americano no existe. Viví el racismo, la discriminación; esto en la escuela es bien fuerte. Lo que quería demostrar es que no es hermoso, no es como te lo pintan en Hollywood. Hay que ver la realidad. El latino la lucha, se saca la mugre allá; sufre discriminación, racismo y explotación en algunos casos. Las personas que cruzan las fronteras no llegan todos. Hay algo que me impresionó bastante: cuando tú cruzas el río Grande -también llamado río Bravo porque se lleva a las personas-, llegas y hay un montón de cruces en la frontera y no tienen nombre. No hay ningún sueño, sino pura pesadilla.

¿Entonces qué hay en el norte?

Al norte está el infierno. Y los mismos mexicanos que cruzan a la frontera se dan cuenta. Hay un montón de hispanos, como mi familia, que llegan y se han sacado la mugre, y ahora está muy bien. Pero no a todos les pasa eso. No todos llegan. Hay muchas mujeres que son violadas o no llegan; las matan en las fronteras. Hay niños que mueren ahí. Los raptan, les sacan sus órganos y se acabó; o los raptan, los llevan a Europa y los venden como hijo.

¿Tu libro fue como una catarsis? 

El hecho de la catarsis es que boté todo lo que me habían hecho ellos. En “Todo termina en Iraq” boté lo que tenía dentro de los Estados Unidos. Sí creo en la literatura como catarsis. Ahora estoy escribiendo una novela sobre los evangélicos. Fui evangélico como tres años y también estoy sacando todo lo que tengo adentro sobre ellos.