Autor regresa a una de sus obsesiones literarias, el exilio, para contar una historia sobre la patria y la amistad
Autor regresa a una de sus obsesiones literarias, el exilio, para contar una historia sobre la patria y la amistad

La conexión del internet, por momentos, se pierde, y la imagen de Leonardo Padura, desde su casa en La Habana, Cuba, se detiene o se va de la pantalla.

Pero el autor de “El hombre que amaba los perros” vuelve, sin perder la paciencia, para hablarnos sobre “Como polvo en el viento”, la última novela que acaba de publicar y en la que regresa a una de sus grandes obsesiones: el exilio.

Y cuando se habla de partir, de abandonar el hogar, también se debe reflexionar sobre la patria, la amistad, el amor y de romper viejos mitos: el que se va de Cuba no deja de ser cubano.

“El hecho de vivir fuera de Cuba no te hace menos cubano que el que vive dentro de Cuba. (...) El futuro de Cuba pasa por una reconciliación entre todos estos cubanos. El perdón no implica el olvido, pero es necesario”, señala Padura, en una rueda de prensa con medios latinoamericanos.

PERTENECER. “Mi patria son mis hijos”, dijo una vez Roberto Bolaño, el escritor chileno exiliado que vivió en México y España.

Para Leonardo Padura, la patria empieza en su casa en el barrio de Mantilla. Y, luego, pasa a los lazos más cercanos, a sus amigos que están en su país y en otras partes del mundo.

“Traté de que esta sea una historia de fidelidades, que deben pasar por encima de diferentes decisiones como ir al exilio o tener una militancia política. Muchas veces permitimos que una coyuntura específica afecte las relaciones entre individuos. Yo valoro mucho que los amigos sean fieles con los amigos. Una de las cosas que más me satisface es haber encontrado esa fidelidad de amigos que viven en Cuba, Miami, México, Madrid”, comenta.

Así como el círculo más cercano de Mario Conde, el autor ha preservado la amistad, una fidelidad que lo ha hecho superar los obstáculos de la vida.

música. Padura también comentó sobre el título de su novela, tomada de “Dust in the wind” de Kansas, que fue parte de su educación sentimental.

“La historia que se cuenta demuestra que todos hemos sido polvo en el viento. Esa es una canción que escuché mucho en los años 70. Mi generación tiene la gran ventaja ante las actuales de tener en la memoria de su formación a The Beatles, The Rolling Stones, Chicago, toda esa música preciosa a la que, después, se incorporó la salsa. A diferencia de las nuevas generaciones, que tienen canciones que dicen “dame más gasolina” de los reguetones de los últimos años”, dijo.