Alana Viera y Yago Martínez han decidido escribir desde Urano, el departamento que han elegido para vivir en la ciudad de Trujillo. En medio de lo cotidiano, han comenzado a redactar cartas en las que las reflexiones se prolongan y el diálogo de la razón con los sentimientos se acentúa. El emisor y el destinatario están en el mismo apartamento; sin embargo, el pensamiento viaja y se inmiscuye, incluso, por destino que poco a poco los interlocutores descubren. De una habitación a otra, la correspondencia que ambos se envían transciende las paredes de su hogar y nos permiten reflexionar, desde lo íntimo, cómo los sujetos sufren en sus cuerpos las injusticias de un sistema capitalista que se impregna hasta en las paredes del baño. La elección del género epistolar no es casualidad; creo que solo este género discursivo es capaz de seguir albergando la intimidad en un diálogo sociocultural. En una carta a Jenny Von Westphalen, Karl Marx señala que “te escribo de nuevo porque estoy solo, y me molesta tener que conversar siempre contigo en mis pensamientos sin que sepas nada de ellos, me escuches o puedes siquiera responderme”. Al parecer esa misma molestia es la que Alana y Yago sintieron; por eso, hoy presentan (PRE)TEXTOS, LA AUDACIA DE ESCRIBIR FILOSOFÍA DESDE LA CAMA, libro en el que no solo muestran las cartas que mutuamente se enviaron; también nos revelan el diálogo constante con filósofos como Marx, Sartre, Camus, De Beauvoir, Despentes, Paul B. Preciado y otros pensadores posmodernos.
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Las certezas y contradicciones de la filosofía
En Un apartamento en Urano, Paul B. Preciado desafía las normas políticas y las fronteras, examina las estructuras sociales establecidas y las pone en duda; parte de una experiencia personal para poner en tela de juicio los cimientos de una sociedad que margina la heterodoxia, la problematiza y la considera una enfermedad. Urano no solo es el nombre del apartamento donde escribe, es también “el lugar donde vive fuera de las relaciones de poder y de las taxonomías sexuales, de género y raciales que la modernidad ha inventado”. Alana y Yago también han construido su Urano y allí revelan sus certezas y contradicciones; “resistir es una elección y eso es lo que hemos hecho. Imaginar un mundo donde experimentamos la sexualidad no desde la diferencia sexual, sino todo lo contrario: es una elección y la tomamos fuera de la posibilidad que este mundo nos ofrece”. Tanto Alana como Yago han decidido ejercer su libertad para abrir esa herida que nunca dejó de sangrar; esa herida que incomoda, que perturba y que necesitamos sentir.
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Un aporte importante en (PRE)TEXTOS, LA AUDACIA DE ESCRIBIR FILOSOFÍA DESDE LA CAMA es el diálogo que Alana y Yago sostienen con varios pensadores contemporáneos. Las reflexiones de estos filósofos aparecen inevitablemente en la intertextualidad de los discursos confesionales; por ejemplo, cuando uno de los interlocutores reflexiona sobre el amor, aparecen las otras voces que aportan y contradicen las ideas preestablecidas; “los individuos inmersos en la matrix neoliberal tenemos una relación con el amor muy similar a la que se tiene con el licor (…) Es que, en el capitalismo, el amor, dios, la familia son dispositivos de control y enajenación. La enajenación, explicada por Jon Elster, como una doble falta; esto es, no solo designa un sentido faltante, sino también ‘la falta de percepción del sentido’ que falta”. Al igual que la aparición de reflexiones filosóficas, en medio de la cotidianidad también aparecen las referencias a Silvio Rodríguez, Jorge Drexler, Willy Colón, Pier Paolo Pasolini, Michel Foucault y Víctor Jara, entre otros. Mención aparte es el personaje de Orietta Brusa, quien marca una influencia significativa, sobre todo, en uno de los interlocutores. Orietta ya no habita el mundo terrenal, pero su pensamiento y las experiencias de aprendizaje se han instalados en los recuerdos; por eso, aparece en muchos pasajes del libro; “revisando los hechos y tratando de ordenarlos un poco —es decir, siempre de manera forzosa para que encaje en la lógica—, me pongo a pensar: ¿qué vio Orietta en mí?, ¿por qué tanta paciencia y dedicación?”
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Lectura necesaria
En Aquí y ahora, cartas (2008-2011), Paul Auster y J.M. Coetzee mencionan que las reflexiones más interesantes provienen de la amistad; luego de leer el libro de Alana Viera y Yago Martínez doy fe de esto último, pues lo que ambos han hecho es revelar sus lecturas y sus convicciones políticas. Este libro es de lectura necesaria en la medida en que pone en tela de juicio incluso perspectivas marxistas y feministas que los propios autores comparten. Según César Hildebrandt, “las cartas que han escrito Alana Viera y Yago Martínez están muy bien escritas, están estupendamente bien escritas; es un libro súper ultra recontra posmoderno que apenas alcanzo a intuir, pero que me ha dejado gratísimamente sorprendido; por eso, lo recomiendo enormemente. Yo también.