Marco Fernández: “El vacío es la incapacidad para expresar lo que sentimos”
Marco Fernández: “El vacío es la incapacidad para expresar lo que sentimos”

El libro Escala de Grises (Radar, 2017) es un incremento gradual de emociones. Un recorrido que parte desde el aprendizaje de un escritor frustrado o un alumno rebelde, o desde un recuerdo universitario que aún perturba en la mente de a quien se le presenta. Es ingresar a una oscuridad que, posiblemente, nunca se pueda dejar.

Escala de Grises se desarrolla en tres espacios: la universidad, uno más metafórico y otro familiar. ¿Por qué esta división? 

Primero, es porque me considero como un escritor en aprendizaje. En la primera división, “Café en la Biblioteca”, menciono a muchos autores que he podido leer para hacer este libro. También es para dejar por sentado que ese aprendiz que leía por muchas horas, por fin se animó a escribir. Me considero un lector empedernido. Trato de leer 1 o 2 horas al día. Por eso es que puse por escrito estas experiencias, como en los cuentos “Pintas” o “Ludocova”.

Precisamente, “Ludocova” es un cuento que, entiendo, trata sobre cuestionar lo que ya se hizo... 

Cuando uno escribe, tiene esa angustia de si realmente va a funcionar, si vale la pena. Un escritor es un insatisfecho por naturaleza. Por eso vienen estas divisiones que se ven en el libro. En la segunda sección del libro, donde está el cuento “Principio de Movimiento”, es un sueño recurrente que tengo de niño. Es un espacio que siempre lo vislumbraba, como en el cuento. Hasta bromas retorcidas que uno puede evocar en la ficción.

En este recorrido de emociones, ¿la última parte del cuento es la más vivencial? 

“Escala de grises” es la última parte del libro, un espacio más personal, sobre todo el último cuento de no-ficción, “Tengo que cuidarte”. Es un pasaje de mi vida dedicado a Carmen Alzamora, mi abuela, cuando me enteré de que estaba pronta a partir.

A través de cuentos como “Pasatiempos” o “Si tú lo crees así, está bien”, ¿qué significa el vacío para ti?

Creo que las personas pueden hablar mucho, y a la vez no te pueden decir nada. Considero que el “vacío” al que me remito es el momento en el que te puedes comunicar con alguien, pero algo más grita dentro de ti. “El Grito”, ese cuadro de Edvard Munch, lo imagino con un vidrio muy grueso, y que detrás de ese cristal hay un sonido ensordecedor. El vacío es la incapacidad que podemos tener para expresar lo que sentimos.

¿El libro es una forma de encontrarle voz a las experiencias que no podías comunicar? 

Hay cosas que uno, por más que converse, no puede explicar en su totalidad. Me remito a esa tristeza del ser humano en lo que pueda pasar más allá de un hecho. Puedo estar conversando, y luego me pregunto qué más pasará. La soledad de un cuarto, quizá. Los personajes del libro conversan mucho, pero no se decían nada. Tenía la sensación que, cuando terminaran de hablar, iban a estar igual de vacíos y con la necesidad de hablar.

¿La reflexión no significa que hayan cambiado su realidad? 

Veo personas que a veces puedan estar riendo, conversando, y me pregunto qué puede haber detrás de alguien que necesita hablar con un amigo. Me hace recordar al cuento de Roberto Bolaño, “El secreto del mal”.

Perfil 

Marco Fernández, autor

Nacido en 1990, es comunicador social de profesión y admirador de las obras de Roberto Bolaño. Escala de grises, su libro de cuentos, contiene 13 historias.