El escritor y lingüista peruano Mario Montalbetti presenta hoy en la Feria del Libro Ricardo Palma de Miraflores su ensayo El más crudo invierno. Notas a un poema de Blanca Varela (FCE 2016), donde se sumerge en la travesía que le ofrece el celebrado poema Concierto animal de la autora de Puerto supe y más grande poetisa que ha dado el Perú.
¿De quién parte la idea de escribir un ensayo sobre el tercer poema de Concierto animal?
Fue idea mía, leí Concierto animal en 1999, fue un libro que me gustó mucho. El tercer poema se me quedó en la cabeza y me generó extrañeza e intriga por tres cosas: primero, aparece un lugar común, el crudo invierno; segundo, aparece una frase gramatical que es “la no mía cabeza”; y tercero, que el poema en términos retóricos es casi literal. Se basa en un símil, una cabeza como si fuera una canasta, y luego casi no despega, se mantiene muy pegada a lo que estas palabras dicen a su decir normal. Me llama la atención cómo y hacia dónde Varela va con un poema tan corto, de 58 palabras. Comencé a hacer notas, se expandieron y me dije: ¿si hago un ensayo entero sobre un solo poema?
¿Cómo es que un poema de 58 palabras y 13 versos da para 92 páginas? ¿Por qué no?
Lo que creemos es que un poema debe decir algo, estamos acostumbrados a que trate de la felicidad, de la muerte. Es impensable que el libro tenga 92 páginas y no diga de qué trata; la aproximación es completamente distinta, no trata de interpretar, sino pensar en el poema, indagar, averiguar, seguir una dirección.
¿Cómo llegas a conocer la poesía de Blanca Varela?
Varela es parte del canon de los 50, pero recién, últimamente, la poesía de Varela comienza a tener el prestigio autónomo que merece y no por haber sido esposa de un pintor famoso (Fernando de Szyszlo) o por haber sido amiga de un poeta famoso mexicano (Octavio Paz). Creo que mucha gente conoce a Blanca, menos gente a Varela.
¿Por qué actualmente un poema no tiene el interés de una novela o cuento?
La novela contemporánea es fácil, aburrida, inofensiva, es una especie de adorno del sistema capitalista del cual es hija. No digo que el poema no lo sea, el capitalismo está presente aún en el papel en el cual se edita un poemario. En el caso de la novela, me parece más vergonzosa la forma en la que a los narradores les ha encantado este coqueteo con el gran capital. A mí me aburre mucho y me parece indigno de la literatura.
¿No está en tus proyectos escribir una novela o un cuento?
No, nunca lo he hecho, no sería muy bueno, me aburre mucho; hay grandes novelas que leo, releo, me fascinan, pero escribo poemas por una especie de gusto. Nos gustan estas novelas que leemos una vez, las entendemos, las tiramos a la basura o las regalamos, pero a un poema se regresa constantemente, no es un objeto fácil, produce un placer grande.
¿Qué quieres generar en el lector?
Me gustaría que cada lector dejara de preguntarle a los poemas qué significan y se arriesgue a leerlos y ver a dónde los lleva. Y que el lugar a donde los lleve no tiene importancia, sino la travesía, el sentido, la dirección que han recorrido para llegar a un lugar.
DATO
Mario Montabetti. Poeta, ensayista y docente. Es fundador de la revista Hueso Húmero y ha escrito los libros de poemas Perro negro (1978) Fin desierto (1995), Llantos elíseos (2002), Simio meditando (2016), entre otros.